Las Tunas.- La Radio necesita engrosar con talento su equipo de locutores. Y eso no es un apremio exclusivo de Las Tunas; una tierra en la que, por cierto, voces como las de Cofresí, Neydo Arsenio García, Estrella Murray y Oraldo Solís, por citar apenas unos pocos, han encumbrado los micrófonos en todas las épocas.
De ahí el empeño del equipo de trabajo de Radio Victoria para que resultara exitoso el curso que, concebido para niños y adolescentes, concluyó este fin de semana.
Las citas comenzaron en septiembre pasado. El estudio-teatro de la emisora se abría durante la mañana de los sábados para recibirlos contando con el talento de tres profesores de probada experiencia: Carlos Alberto Montero (realizador de sonidos), Elizabeth Borrero (actriz) y Laraine Ortiz Curbeira (directora de programas).
Un equipo de altos quilates que se negó a hacer casting “porque cada niño debe tener su oportunidad y ellos mismos se irán dando cuenta de quién verdaderamente tiene madera para esto, y andarán su camino”.
La vida les dio la razón. De los 53 que se matricularon al principio llegaron 28 al día feliz de la graduación. Una jornada en la que fueron valorados por un jurado que presidió, nada menos que el profesor Jorge Carbonell López, miembro del tribunal nacional de evaluación de la Radio cubana.
Laraine, la directora jubilada que nunca apaga el radio de su cocina, confesó a 26 su regocijo. “Esta graduación le va a dar a la emisora la oportunidad de utilizar distintas voces en los programas infantiles, algo que ahora no pasa. Los niños también han crecido mucho; actualmente dominan técnicas que los van a favorecer, no solo en la especialidad, sino en la vida.
“Desarrollan la lectura, la interpretación y dan valor a la palabra en todo momento, precisa y clara”.
Algunos lucieron nerviosos, los hubo que llegaron puntualmente a la cita a pesar de viajar cada sábado desde Majibacoa y hasta quienes ya esperan otros caminos para seguir superándose mientras desandan los pasillos del sitio entrañable de la calle Colón 157 que ya sienten como suyo.
En la actividad de clausura recorrieron la sala museo de la Radio en Las Tunas; un sitio en el que consolas añejas y vinilos se entrelazan para contarles la historia bonita y fecunda que les puede marcar el rumbo del porvenir.
