Las Tunas.- Alrededor de 19 mil hombres y mujeres están asociados a cooperativas agropecuarias en la provincia de Las Tunas y son responsables en más del 80 por ciento de la producción de los cultivos varios, la leche y la carne, especialmente vacuna.
Incluso, en el territorio existen renglones como el tabaco y la miel de abejas que solo se acopian por ellos, con el apoyo de las entidades especializadas, pero sin participación directa en la siembra y cosecha de las posturas o en la crianza de los insectos.
Roberto Medrano Ledesma, presidente del Comité Provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), explicó que los campesinos dueños de tierras y quienes las han recibido en usufructo se unen en cooperativas en las zonas donde están sus áreas de labor.
En el caso de las de producción agropecuaria (CPA), en Las Tunas hay 43 y esa unión resultó de la voluntad de los propietarios de aportar su patrimonio para el uso colectivo y el beneficio de los demás residentes en esos asentamientos rurales.
Por su parte, las 117 de créditos y servicios tienen carácter colectivo para el empleo de algunas instalaciones y bienes, además de la tramitación de los servicios bancarios. La propiedad de cada finca, sus equipos y la producción se mantiene en manos de los labriegos.
De las CPA, 29 defienden el programa cañero y el resto de los impulsados por la Agricultura, aunque, de manera general, todas tienen sus producciones diversificadas en busca de mejores dividendos y de entregar más alimentos al pueblo, una necesaria actividad en estos tiempos.
“Esas estructuras están vivas -acotó Medrano Ledesma- y mantienen activo el cooperativismo y su apoyo a los sitios donde se ubican, no solo en la satisfacción de las necesidades básicas de los asociados y vecinos, sino buscando soluciones a problemas.
“A más de cuatro décadas, puede asegurarse que las cooperativas tuneras han cumplido el rol para el que fueron creadas y su protagonismo está presente en el desarrollo económico y social de los campos; por ejemplo, el arreglo de caminos y la atención a escuelas y consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia.
“Se mantienen como el núcleo de las comunidades rurales y en el orden económico son lo más importante de nuestra campiña, junto a las unidades básicas de producción cooperativa. No obstante, están en condiciones de mejorar los resultados productivos que se requieren actualmente”.
