lactancia1

Las Tunas.- Cuando la mamá del bebé de solo 16 días de nacido cruzó las puertas del Cuerpo de Guardia del Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna, el sonido desde abajo de las sábanas movilizó al equipo médico. Ella refirió que su pequeño llevaba tres días con vómitos, pero que esa mañana había comenzado a llorar extraño. Y ciertamente lo hacía.

La doctora Eliseht Núñez Ricardo, residente de tercer año de Neonatología, rememora los días complejos que se sucedieron luego. “El niño se estaba quejando, un signo de insuficiencia respiratoria en los neonatos. Al examen fue evidente la deshidratación severa y se decidió ventilarlo enseguida porque incluso tenía una cianosis generalizada -refiere la galena.

“El bebé estaba en estado crítico. Recuerdo que fue alarmante la distensión abdominal al Rayos X y en la entrevista con su mamá ella negó haberle dado nada que no fuera el pecho. Se hicieron todos los exámenes correspondientes y el resultado fue un desequilibrio importante del medio interno.Doctora Eriseth Núñez Ricardo

“Estabilizar su organismo costó, por más medicamentos que le administramos; dependía de su respuesta y hablamos de un niño de 16 días. Empezamos a tratarlo como una intoxicación, pero el bebé no mejoraba. Enfrentó riesgos de perforación, se interconsultó con Cirugía Pediátrica, con los especialistas de la provincia de Holguín.

“Al tercer día, a tanta insistencia, la mamá confesó que ella le estaba dando té de cereza porque el pequeño no se llenaba y le habían sugerido que lo hiciera para que aumentara de peso y durmiera mejor”.

El té de cereza no es el único brebaje que en estos momentos administran las mamás a sus hijos en suelo tunero, a riesgo de poner en peligro la vida desde sus mismos albores. Tampoco este caso, que afortunadamente tuvo un desenlace positivo, fue una rareza para el equipo médico de Neonatología; en la memoria colectiva guardan historias mucho más tristes.

“Nos alarma el número de pequeños que llegan intoxicados porque en pleno siglo XXI las mujeres, la familia, no terminan de entender que la lactancia materna exclusiva es lo óptimo para el bebé, que cualquier té de anís, agua de arroz… puede causarle una enteritis al neonato y ponerlo en riesgo de muerte -puntualiza la doctora Núñez Ricardo.

“También preocupa que no haya sinceridad y se nieguen esos comportamientos; es tiempo que restan para llegar a un diagnóstico oportuno y minutos que se pierden para lograr el manejo adecuado. A veces un par de horas marca la diferencia.

“Seguimos comprobando que la lactancia está sujeta a muchos mitos e interpretaciones culturales que hacen peligrar la salud de los pequeños; y es importante que ese entendimiento se materialice desde la Atención Primaria, desde los consultorios médicos. Hay que educar a la embarazada y a su familia, pues lactar requiere de apoyos y respaldos y ahora mismo es un imperativo”.

CUANDO LA IGNORANCIA DUELE

Ver a una mujer que recientemente ha dado a luz en un estado de desesperación y con lágrimas en los ojos no es algo difícil; mucho más si su bebé no deja de llorar porque está hambriento y ella no tiene suficiente alimento para saciarlo. El estrés en las salas del puerperio suele ser un factor constante. Y el dolor en la cara de las madres resulta también casi tangible.

“Hay mucho desconocimiento que genera estrés. Nos choca que las mamás dicen ‘yo no tengo leche, el bebé no se llena, lo que tengo es un agua’. Las vemos en la sala, ellas lloran, el bebé también y la situación se torna muy compleja. Muchas enseguida manifiestan ‘yo quiero que me le den leche artificial para salir de este problema’, y esa no es la solución -alerta la doctora Núñez Ricardo.

“Unos cuantos bebés no toleran la leche artificial, vienen las diarreas, los vómitos que provocan enteritis, perforaciones intestinales... Peor si les administran tés de anís, de anón, de cereza, agua de arroz, rejo de boniato… El caso que más me ha llamado la atención fue una mamá que picó trocitos de fruta bomba y se los dio al bebé en la leche para que aumentara de peso. Eso le provocó grandes complicaciones.

“La leche materna es el único alimento óptimo en esa etapa y se va ajustando a las cantidades y necesidades de los pequeños. Siempre hay que consultar cualquier cambio con un profesional de Salud; esto no es negociable.

“Acá vemos también a mujeres que no quieren dar el pecho porque tienen los pezones agrietados, o no quieren que se les caigan los senos; el entramado es muy complejo, pero no podemos cansarnos de repetir y educar. La lactancia es vida y no se reemplaza con nada”.

La galena advierte que la madre no puede estar sola. Lactar requiere de apoyos y la familia juega un papel vital en su desenvolvimiento exitoso. Si los familiares están ansiosos, la mamá también lo estará y el bebé igual. Por el contrario, un medio estable y el descanso necesario garantizan un proceso saludable.

La decisión de tener un hijo debe asumirse en colectividad, pero si esto no sucede resulta vital que alguien provea alimentos, y acompañe a esa mujer que puede estar viviendo un perfecto desorden hormonal o, incluso, los peores momentos de su existencia por falta de conocimiento.

GARANTÍA DE VIDA

La especialista de Primer Grado en Neonatología Yanet Domínguez Castilla, al frente del Banco de Leche, también comparte la preocupación por este tema de la lactancia materna, asegura que en sus rutinas diarias las charlas y entrevistas en las salas de puérperas se han vuelto una constante y, aun así, siente que resta mucho camino por andar.Doctora Yanet Domínguez Castilla

“El objetivo de nuestro banco es recolectar la leche para beneficiar a los niños del servicio de Neonatología, cuyas madres, por diversos motivos, no pueden lactarlos. Lograr que las puérperas donen de manera voluntaria ahora mismo tampoco es tarea sencilla -refiere la doctora Domínguez Castilla.

“Y todo está supeditado a este asunto: los mitos y falsas creencias de la población cubana sobre la lactancia. Por más que hayamos logrado elevar el nivel académico de las personas, hay todavía mucha ignorancia. A diario escuchamos: ‘Mi mamá lo hizo así y tuvo siete hijos’, ‘a mí me criaron con agua de arroz y siempre fui muy saludable’, y muchas otras cuestiones que simplemente están erradas.

“En nuestro caso, el mito es que si das tu leche se te acaba y, por tanto, no puedes donar. Eso es erróneo, mientras más te ordeñas, más produce tu cuerpo, porque está diseñado para eso. Hablamos mucho con las recién paridas, les explicamos cómo efectuar la lactancia, que es un tesoro lo que les brindan a los pequeños, la defensa natural contra cualquier enfermedad.

“Evacuamos muchas dudas, cómo propiciar la leche, cómo hacerse masajes, pero sentimos que vienen muy poco preparadas. Nos golpea mucho las madres adolescentes, que es una constante ahora mismo. Ellas cargan con todas las malas praxis de sus familiares, porque no poseen la madurez para tomar decisiones.

“Les explicamos que las mujeres con mucha leche deben ordeñarse primero para que su bebé reciba la leche final, porque es la que contiene más calorías y proteínas y, por tanto, va a nutrir mejor al pequeño. Entonces, es importante que donen la primera leche”.

De igual manera, la especialista afirma que siempre sugieren que en cada tetada las mamas deben vaciarse, cosa que no sucede en los primeros días porque el bebé consume poco y, por ende, no recibe la leche de mayor calidad.Licenciada Yordana Magaña

La licenciada Yordana Magaña, desde su responsabilidad en el banco, asegura que en las salas de puerperio viven jornadas complejas.

“Nos afecta, sobre todo, las madres adolescentes; no entienden nuestras razones por bajo nivel cultural, por los mitos con los que las criaron. Los conocidos problemas económicos dificultan la alimentación y, por tanto, también la lactancia materna”.

La historia de María, una bebé que estuvo por cuatro meses en la sala de prematuros con varias complicaciones asociadas a su bajo peso, es contada al dedillo por las profesionales del Banco de Leche. La niña demandó el producto cada día y ellas lo buscaron hasta debajo de las piedras. Lograr el entendimiento de esta necesidad es también hoy un imperativo.

Hablar sobre lactancia materna, al calor del hogar, desde que las niñas y niños se espigan, es un requerimiento y garantía de vida. Incluir el tema con más rigor en la formación del personal sanitario también resulta necesario; así como el acercamiento de ese saber a las futuras madres y sus familias. Las historias en estas líneas son solo el uno por ciento de la realidad tunera. No deje que los mitos oscurezcan el feliz desenvolvimiento de su bebé.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar