Las Tunas.- Aquel día estuvo tentado, en más de una ocasión, a hacerse diminuto, colarse por el resquicio de la persiana y salir volando lejos, allá donde no le alcanzara la respiración entrecortada del padre. En su cabeza era más sencillo desaparecer que hacerle frente a la noticia que llevaba días robándole el sueño. Cuando llegó el momento habló como un autómata, al final él presentía las consecuencias.
No hubo sorpresas. "¿Homosexual? Ya sabía yo que tanta arregladera de cejas y piernas afeitadas no podía ser normal… ¿VIH? ¿Qué es eso? Si estás inventando cosas para dejar la escuela te vas a vivir debajo de un puente…". Nadie notó los latidos dispersos del lado izquierdo de su pecho, ni que los labios se le fueron tornando azulados.
Su mamá actuó como de costumbre, detrás de los "alaridos" del esposo, para no contradecir la ira de aquella fiera que ya no reconocía a su hijo porque no había nacido macho. Tampoco percibió la sombra rara que se le interpuso a su retoño en la mirada, la desesperación por seguir ahí, respirando… Esa noche Jorge intentó ponerle fin a su pesadilla, pero afortunadamente vivió para contarlo.
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En este minuto, en Las Tunas, muchos Jorges cargan sobre espaldas de veintitantos años y menos la realidad de vivir con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), y carecen de apoyos en el seno familiar con los que sobreponerse a una peligrosa condición de salud. Para levantar corazas donde hay miedo, curar cicatrices y enseñar a estar en paz, se robustece en esta ciudad la red HSH (hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres).
Edel Luis Téllez Milanés, coordinador de esta cofradía y de la red Transcuba en la provincia, comenta a 26 que no surgieron ayer, solo que no han logrado visualizarse como lo que son: una familia sustituta que aglutina, informa, coordina y cuida a los suyos, sin reproches.
"La red cumplirá 24 años el 7 de agosto- enfatiza Edel Luis-, y se creó porque en aquel momento, la epidemia de VIH en Cuba estaba centrada en hombres. Hoy las cifras siguen siendo más altas en este grupo poblacional, por eso es que necesitamos estar unidos y bien informados.
"En los inicios, HSH abarcaba a un grupo pequeño de jóvenes, era un proyecto que trabajamos varios años con el apoyo del Fondo Mundial de las Naciones Unidas y cuya ayuda financiera le quita un poco de peso al Programa Nacional de Prevención de las ITS/VIH/sida.
"Nuestro accionar es variado aunque se centra en la prevención del VIH. Nos gusta llegar a las comunidades, a los grupos vulnerables y tocamos otros temas como la diversidad sexual, el respeto, la violencia, el consumo de drogas, en fin, todo lo que pueda ser un factor que influya a la hora de tener relaciones sexuales desprotegidas.
"Ahondamos en estos temas para que no incidan de manera negativa a la hora de los HSH tener sus relaciones sexuales, sus parejas, para que además de la protección tengan una mente sana, o sea, en total complemento de su salud física y que estén psicológicamente preparados para no adquirir una enfermedad.
"El componente psicológico es muy importante porque muchos de los chicos llegan a la red muy dañados y necesitan reinventarse, hacerse fuertes, perdonar. Buscamos asesoría especializada, gente que quiera ayudar, de verdad".
Comenta el líder que la red está dirigida al trabajo no solo con hombres gais, también con los bisexuales porque a veces son los que más asesoría necesitan e involucran a sus familias en cuestiones que terminan con repercusiones dolorosas. Recibimos apoyo de los consultorios y en las áreas de Salud, así acompañan nuestro trabajo que es un poco más abierto".
Actualmente la red cuenta con más de 80 promotores activos que se desempeñan voluntariamente y dedican esfuerzo, tiempo y buenas vibras a la prevención. Su aspiración es convertirse en una organización no gubernamental, porque ahora son una red bajo la sombrilla de Salud Pública.
"Trabajamos muchísimo. Para la preparación de nuevos promotores se imparten talleres, porque hay algunos que salen del país, otros han fallecido o se mudan de provincia. Ahora estamos adiestrando a un grupo mediano, y con ellos llegaríamos a 100 aquí. Tratamos siempre de formar también de los municipios para que se incorporen al trabajo en estos lugares.
"Tenemos una coordinación nacional, provincial y también en los municipios en diferentes áreas: comunicación, fortalecimiento organizativo, capacitación, investigación; estamos hablando de una red bien conformada. Además somos parte del programa estratégico nacional, ayudamos a la escritura de programas estratégicos para el país.
"En el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología contamos con una consejería para todas las poblaciones claves, que son las personas que viven con VIH. Ellos tienen una red también con su coordinador y poseen la línea de apoyo. Nuestra meta es que la organización crezca, que nadie se sienta desamparado o mal informado, que quienes nos necesiten encuentren conocimientos, pero también empatía y solidaridad".
