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Las Tunas.- De un tiempo a la fecha, la Covid-19 arremete con mucha fuerza contra los tuneros como una suerte maléfica que envuelve a todos en las mismas aguas del verde caimán; aunque para ser justos nos dejamos arrastrar, y lo que es peor, con previo aviso. Vivimos al "antojo" de un virus, que cada día cobra factura a hijos, madres, padres, hermanos, amigos… y duele piel adentro. Esta realidad, ahora más cercana que nunca, pide a gritos que cada cual sienta suyo el desafío y lo asuma con total protagonismo.

¿Cómo hemos llegado a este punto?, ¿en qué nos equivocamos?, ¿podremos revertir este panorama?... son algunas de las interrogantes que asoman a la mente de no pocas personas, sobre todo, cuando escuchan las alarmantes cifras de contagio. Sin demasiada meditación encuentran las respuestas, lo mismo en la insensatez de aquellos que salen a la calle sin justificación, e incumplen las medidas sanitarias, o en las grietas del Sistema de Salud y de otros organismos; pero rara vez reconocen su responsabilidad en el asunto.

De cualquier modo, ahora mismo buscar culpables no despejará el camino, más bien urge mirarnos por dentro y cumplir nuestra parte; y al fortalecer esas individualidades también lo haremos como sociedad. Quienes llevan sobre sus hombros misiones que determinan la calidad de los procesos asistenciales y definen la "suerte" de muchos tienen que ser aún más incisivos en esos análisis.

"Cuando uno percibe que las estadísticas se corresponden o superan los pronósticos hay que detenerse a pensar qué estamos haciendo mal o qué debemos hacer distinto. El mayor porciento de casos es de transmisión intradomiciliaria y, por tanto, tenemos que actuar dentro del hogar para proteger a los más vulnerables", reflexiona el epidemiólogo Aldo Cortés González.

"Las familias también deben detectar la sintomatología y acudir con inmediatez al médico, porque las demoras solo llevan a complicaciones. Independientemente a la alta contagiosidad de las cepas del SARS-CoV-2 que hoy circulan en el territorio, hay que tener claro que podemos evitar la enfermedad si cumplimos con las medidas de bioseguridad".

covid1Los primeros 15 días de julio, comenta el galeno, ya superan las cifras de todo lo reportado en los meses anteriores, y a diario se notifican más de 150. "Esto no puede seguir así, de lo contrario, sería prácticamente incontrolable la situación de la provincia. No es para alarmarnos, lo que tenemos es que despertar conciencias para frenar la propagación", advierte.

La lógica indica que con el incremento de enfermos también es mayor la probabilidad de personas en estado de gravedad, crítico y, por supuesto, de fallecidos. Lamentablemente, los modelos matemáticos son poco alentadores y anuncian un alza significativa para las próximas semanas.

En la semana del 11 al 17 de agosto, el promedio diario debe estar entre los 130 confirmados, que en cinco días suman 650 activos. Si valoramos que por cada uno de ellos hay cinco sospechosos, en solo dos jornadas ingresan mil 300 tuneros y 18 mil 200 son contactos. Significa que en esa semana estarían implicados 20 mil 280 personas, explica el epidemiólogo.

"Si hacemos los cálculos, entre el 8 y el 14 de agosto, tendríamos 46 mil 644 tuneros en cualesquiera de las tres categorías (contactos, sospechosos y confirmados), una cifra realmente elevada".

URGE CERRAR LAS BRECHAS

En medio de la complejidad del momento, en el que unos cuantos hacen caso omiso a las orientaciones, el personal de Salud y de otros sectores no pueden dejar brechas o cabos sueltos. Hay que fortificar los principales escenarios de lucha; dígase centros de aislamiento, instalaciones hospitalarias y el Sistema de Atención Primaria.

Si bien los tuneros reconocen el esfuerzo de quienes están en esa primera línea expuestos al contagio, existen muchas insatisfacciones. A 26 han llegado varios criterios de personas que durante su paso por los centros de aislamiento han percibido suciedad, mala atención, desorganización de los procesos, demoras en la entrega de resultados, desinformación, y otros problemas que eclipsan el noble propósito para el que fueron creados.

Desde marzo del 2020, aquí comenzaron a habilitarse esas instalaciones, las cuales fueron readaptadas a fin de prestar servicios sanitarios. "Los protocolos varían según las experiencias en los esquemas de tratamiento y en dependencia de las clasificaciones de los pacientes (sospechosos, contactos, positivos y viajeros)", explica Cortés González.variadas covid7

Es evidente que constituyen sitios de riesgo, por lo que deben extremarse las medidas de bioseguridad. "Hay que mantener la distancia entre las camas a más de un metro y la persona debe permanecer en su sitio, sin establecer relaciones con el de al lado para disminuir los riesgos, además del uso permanente del nasobuco. Los baños son de uso común, por eso cada vez que acudan hay que autoprotegerse y desinfectar los objetos y las manos", argumenta.

A esos recintos se incorporan cada mes a asumir la asistencia más de cuatro mil trabajadores de diferentes esferas, imaginemos entonces, el esfuerzo para organizar la labor de todo ese colectivo. No obstante, nada justifica que alguien haya sido mal atendido, recibiera fuera de horario los alimentos, ni tampoco la falta de higiene.

De todos esos problemas están al tanto las máximas autoridades de esta provincia. Un reciente análisis puso al desnudo las deficiencias y debilidades que dificultan el control de la pandemia aquí, y dentro de ellas las existentes en esas instalaciones; donde falta gestión de los organismos encargados de garantizar el apoyo como sustento a la atención médica.

Además, no está completo el recurso humano que debe asumir el servicio de aseguramiento, algo incomprensible teniendo en cuenta que existen miles de trabajadores sin laborar con el 60 por ciento de su salario en sus casas.

Jaime Chiang Vega, gobernador de Las Tunas, reconocía las dificultades en la gestión de los egresos y las camas, motivado por el alto nivel ocupacional, lo que, a su vez, condiciona la larga espera de los pacientes en los cuerpos de Guardia de los policlínicos. "Eso está fuera de la concepción y los esfuerzos que desarrolla la inmensa mayoría de los involucrados en el enfrentamiento a la Covid-19.

"Tenemos que ser más proactivos y creativos en la solución de los problemas. Hoy trabajamos en el incremento de capacidades, pero no es solo disponer de la instalación, también se requieren camas, colchones, sábanas, alimentación, transporte… y todo eso debemos organizarlo y hacerlo bien", afirma.

PARA VER LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

No basta con identificar los problemas, hay que accionar, y controlar el buen funcionamiento de las tareas, insistía el gobernador. Y aún es insuficiente el quehacer en los consejos populares, las áreas de Salud y las instituciones que deben apoyar los procesos.

"Convocamos a los tuneros a sumarse a los grupos de trabajo comunitario para la atención a vulnerables. No siempre hemos sido efectivos y hay casos de desatención y esas personas se han visto en la necesidad de salir a buscar sus productos y servicios. En el municipio cabecera se ha decidido reactivar las brigadistas sanitarias, para que ayuden a esos casos y distribuyan los medicamentos controlados", expuso.

Los contactos de positivos que ingresan en los domicilios, de acuerdo con los más recientes protocolos, deben recibir el seguimiento correspondiente, además del apoyo de las organizaciones de masas, y aunque se trabaja, todavía quedan fisuras que empañan los propósitos. Eso, sin contar las indisciplinas de aquellos que violan el aislamiento, poniendo en riesgo la salud de los demás.

Las fiestas, la movilidad constante, las reuniones informales en plena calle o en casas, puntos de venta en viviendas, las colas y los coleros que se dedican a revender productos… son problemas que persisten en los barrios, y de no ponerles freno crecerá la transmisión. "Lo que pedimos a la población es disciplina, distanciamiento y el cumplimiento de las medidas sanitarias para ganar la batalla", expresó Chiang Vega.

A más de 16 meses de enfrentamiento a la pandemia es innegable el agotamiento físico y mental, pero no podemos renunciar justo cuando el panorama exige nuestros mejores esfuerzos. Quien tenga que dar el pecho a la Covid-19 deberá seguir en pie, quien controla y orienta no puede cansarse, quien sea responsable de los aseguramientos tendrá que cumplir con las solicitudes... todo, con la calidad y el amor que demanda esta misión. Entonces sí seremos más fuertes y veremos la luz al final del túnel.

 

 

Comentarios   

Andrés R
# Andrés R 20-07-2021 17:19
En el caso de los coleros, se evitan eliminando los módulos en las tiendas y pasándolo a vender en las bodegas donde está la libreta de abastecimiento y así vas eliminando coleros y posibles contagios.
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