lester escritor

Las Tunas.- "Para mí el minicuento es la literatura del futuro. El mundo se ha vuelto más veloz y en esta vorágine que nos atrapa, donde casi no tenemos tiempo, este tipo de narración se torna idónea", asevera el joven escritor Lester Fernández Ballester, quien acaba de obtener mención en la edición XIV del Concurso Internacional El Dinosaurio, entregado la víspera en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, durante la XXXI Feria Internacional del Libro.

Con la obra El expreso oriental, el tunero alcanzó el lauro, que reafirma su dominio de la narrativa corta, máxime cuando en el 2018 también logró mención en esa lid.
En diálogo con 26, el autor del libro Cuestión de origen (El Taller Blanco Ediciones, Colombia/ rubricado en este género), afirmó: "Mi interés por el minicuento nació de la brevedad con la que se vive. Hace cerca de cinco años empecé a escribirlos. Al principio mis cuentos tenían una o dos páginas, pero se fueron abreviando poco a poco. Eso no quiere decir que no pueda hacer textos más largos".

El también jefe de la Sección de Literatura de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Las Tunas, agregó sobre los intersticios que rodean al microrrelato: "El escritor debe cultivar el oficio para dominar todas las composiciones posibles, aunque siempre tendrá cierta inclinación por algunas. Ahora bien, la economía del lenguaje tiene que ver mucho con el estilo del autor y el dominio de la técnica. En ese sentido, hay que tener cuidado con no usar desproporcionadamente adjetivos y recursos literarios como metáfora y símil, porque la intención es contar una historia con pocas palabras; tiene que ser como una ráfaga o un disparo.

"Además, en su interior pueden habitar historias metaliterarias, con referencias de la cultura universal, es algo profundo. Aunque no me amarro a ninguna temática, me puedo inspirar en cualquier elemento de la realidad. Y a la hora de escribir siempre busco la paz para concentrarme mejor".Lester Fernández Ballester libro

Lester es un joven hiperquinético en materia de creaciones e iniciativas culturales. Por un lado se preocupa por aquello que decía Martí de que cada palabra tenga ala y color; por otro, trabaja en La isla devorada. Antología de cuentos breves cubanos contemporáneos, pues le interesa que la pasión de Augusto Monterroso enamore a nuevos talentos de las letras y llegue cada vez más al público cubano y foráneo.

Él considera que se ha marginado este tipo de estructura en Cuba. De ahí su persistencia en cultivarla y defenderla, aunque también escribe poesía, novela y cuentos largos. "Composiciones poéticas como el haiku y el tanka, la literatura japonesa, vislumbran la capacidad que tiene lo breve para sugerir y capturar escenas de la realidad. Existen varios teóricos en Hispanoamérica que potencian investigaciones sobre el minicuento. Pero a nivel de país queda mucho por hacer. Aunque es alentador que lo defiendan el centro de formación literaria Onelio Jorge Cardoso y el concurso que convoca, en el que ahora obtuve mención".

Sobre el lauro en la lid con el nombre del vertebrado gigante, que dominó la Tierra hace unos 160 millones de años, comenta el muchacho: "Participar en un certamen que homenajea a Monterroso de por sí ya es significativo, además de la relevancia y visibilización que tiene, pues permite que tu obra sea conocida y difundida nacional e internacionalmente. El expreso oriental trata sobre un tren que viaja y deja una persona; la trama envuelve las cosas que le rodean, el misterio, con un carácter cercano a la ciencia ficción".

Mientras camina tras los pasos del autor de El Dinosaurio y otros como Eduardo Galeano y Alberto Sánchez Argüello, recuerda de manera especial su génesis en ese mundo de diminutas fascinaciones, cuando naciera (con plena conciencia de ello) su primer minicuento: Muerte primaveral

Ballester, graduado de Comunicación Social, se desempeña actualmente en la emisora provincial Radio Victoria, colabora con entidades como el Centro del Libro y la Literatura en estos predios, y siempre anda formulando nuevas iniciativas en pos del desarrollo artístico del territorio.

También integra la Sociedad Cultural José Martí (SCJM), es miembro de honor del Proyecto Grafomanía (Guantánamo), está incluido en diversas antologías (como la salida recientemente bajo el título Cenizas en mi corazón) y ha ganado otras guirnaldas en su joven palmarés, como ser el vencedor del Concurso Internacional de Relato Planeta Cuba (2015), obtener mención en la segunda edición del certamen de minicuentos Abriendo Puertas, a ese mismo nivel (2015) y quedar finalista en el II Concurso Literario Internacional Letra de Kmbio (2022). Además, se ha acercado al periodismo y la realización cinematográfica. 

Pero su verdadera pasión -sin dudas- la encuentra en esos desafíos de la ficción que lo llevan a crear cuentos como este: "Al escritor le molestaba no poder ser original. Miró la hoja aún limpia en la máquina de escribir (siempre despreció la tecnología). Tecleó sus dos palabras favoritas: cuento, silencio. Y encontró una historia. Sacó la hoja, puso una nueva y escribió el título: El cuento del silencio. La historia tendría tres páginas en blanco".

 

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