Las Tunas.- Entre tambores, bailes y contagiosos sonidos la cultura haitiana, representada con orgullo por el emblemático conjunto Petit Dancé, se apoderó también de las celebraciones en la finca El Cornito durante las últimas galas de la Jornada Cucalambeana, concluida este domingo.
Por medio de danzas alegóricas al trabajo, la religión y la familia, el grupo cautivó con la versatilidad y majestuosidad de sus tradiciones a los visitantes que se dieron cita en el bohío campestre del paraje natural, que sirviera de especial inspiración al bardo Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé).
La ancestral ceremonia forma parte de las prácticas de los emigrantes haitianos que se asentaran en la localidad de Meriño, en el municipio de Manatí, durante la primera mitad del siglo XX, y que luego se trasladaran hasta el reparto Aguilera, de la ciudad de Las Tunas, donde aún mantienen el entusiasmo y sabiduría por conservar vivos los ritmos que corren por su sangre.
Walfrido Alarcón Ramírez, instructor de arte desde 1985, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que Petit Dancé representa la transculturación de la idiosincrasia de los cubanos y que, para privilegio de Las Tunas, una mujer como Silvia Hilmo Samdi (Titina), con solo 13 abriles llegó hasta estos lares y fundó aquí con sus santos y creencias esta joya de la cultura popular.
Con 36 años al frente de la familia musical, Gerardo Cárdenas González, nieto de Titina, aseguró que para ellos es imprescindible continuar el arraigo dentro del pueblo porque es una manera de honrar la memoria de las generaciones previas y mantener viva la historia de la nación caribeña; razón por la cual unen sus festejos al guateque campesino, como relación intrínseca de las costumbres oriundas.
"Mi abuela nos dejó encargada esta misión. Ya tenemos una quinta descendencia que viene surgiendo ahora y que, por supuesto, también tiene la encomienda de continuar, pues de los más longevos solo quedan mis tíos con 87 y 72 años de edad; por eso una decena de jóvenes nos acompañan y continuarán sumándose", afirmó Cárdenas González, quien, además, dijo sentirse feliz por la acogida del público en cada una de sus presentaciones.
Nacida en 1925, la agrupación ha sido merecedora de distinguidos reconocimientos que avalan su calidad estética y la originalidad de sus creaciones, como el Premio Memoria Viva, del instituto cubano de investigación cultural Juan Marinello, y el galardón al mejor himno de Haití, por el respeto al creole criollo de ese país; evidencias palpables del aporte indiscutible de Petit Dancé a la identidad negra de esta Isla.
