Las Tunas.- La abstracción, muchas veces subvalorada o inentendible, gana terreno cada vez más dentro del universo de las artes visuales. Desde el Balcón de Oriente, el proyecto cultural La Cruzada, con dos décadas de existencia, apuesta por promover esta expresión en diferentes espacios y sumar cada vez a más adeptos. Por eso, no es de extrañar que, bajo su égida, naciera Mayo Abstracto, evento que ha llevado los sueños de sus cultores a otra dimensión.
Cuenta José Manuel Mayo Peña que todo partió de que -en el 2004- Roberto Reyes le propusiera hacer una exposición sobre esta vertiente, para mostrar piezas no exhibidas hasta entonces y que, además de ellos, sumaron a Miguel Mastrapa, por considerarlo uno de los pioneros de esa faceta en Las Tunas. Se gestaba así La Cruzada, a la que -poco a poco- se insertaron otros creadores.
Aunque la primera muestra como tal se hizo en la galería Julio Girona, de Manzanillo, la segunda sí fue abrazada por el Balcón de Oriente, presidida nada más y nada menos que por el entonces ministro de Cultura, Abel Prieto, quien los alentó a seguir por ese camino. Sin embargo, aclara Mayo que La Cruzada nació como un proyecto cultural, porque también incluye en sus actividades otras manifestaciones artísticas como la música y la literatura.
Así, entre sus derroteros ha estado aglutinar a los cultivadores de esta modalidad plástica, sensibilizar a personas e instituciones en torno a ello y realizar exposiciones en diferentes provincias. Aunque el sueño de una bienal aún figura entre sus desafíos, La Cruzada ha inspirado a otros artistas visuales en el país, quienes han formado, incluso, cofradías semejantes. Además, se reconoce a sus artífices en el libro La abstracción en la pintura cubana, de Luis García Peraza, que incluye a más de un centenar de creadores.
HUELLAS DE UN MAYO ABSTRACTO
Del 15 al 18 de mayo, tuvo lugar en Las Tunas el VI Encuentro Nacional de Pintura Abstracta (Mayo Abstracto). Artistas de varias provincias confluyeron aquí, participando en exposiciones, talleres y conferencias. Entre ellos, la crítica de arte Tamara Tabera Delis, de Santiago de Cuba, quien reconoció el movimiento que en ese sentido posee nuestra tierra.
"Esta cita contribuye mucho a defender la abstracción, se exponen obras con calidad, se suman otros artistas... Pero hay que lograr que los públicos asistan a las salas expositivas, que no sean solo los creadores o especialistas los consumidores. Quizás ayude buscar espacios más transitables para exponer o potenciar las visitas dirigidas a las galerías", explicó.
Ante la pregunta de cómo evitar el facilismo y crear un estilo propio dentro de una modalidad tan incomprendida aún, la hija de la Ciudad Heroica, expresó: "A partir de los 90, se ha apreciado un boom de esta línea discursiva en el país. La apertura al turismo y nuevas motivaciones de comercialización beneficiaron a la abstracción. Aunque hay quien dice 'esto es fácil' y se va por lo superfluo, también existe un resurgir de artistas que trabajan con profesionalidad. Eso se nota, pues alcanzan un dominio como sucedió con mis coterráneos Luis Emán Fornaris y Jorge Luis Hernández, tristemente fallecidos en el 2023".
Por su parte, el santiaguero Víctor Manuel Jardines dijo: "El abstracto es el arte del subconsciente, pero -como toda obra- debe tener un discurso y sentirse. No es tarea fácil porque es muy difícil transmitir un mensaje a través de manchas, líneas, colores... Por eso este es un evento necesario; nos estimula".
Al decir del tunero José Manuel Mayo, en Las Tunas predominan cultivadores del expresionismo abstracto, aunque algunos como Liusan Cabrera trabajan otras aristas. "Aún hallamos personas que piensan que se trata de tirar pintura y ya. Pero un cuadro de este tipo cumple las mismas reglas que uno más académico: primer y segundo planos, composición, teoría del color... Amerita de mucha concentración para saber hasta dónde dar la pincelada, dónde poner la textura, cuál es el punto de enfoque y, sobre todo, cuándo parar. Es complejo".
Mayo Abstracto -esta vez dedicado a Pedro de Oraá- potencia la confluencia, el intercambio de saberes y la unión de voluntades para echar a andar maneras de hacer, que dignifican más nuestra cultura. Sus frutos hoy pueden apreciarse en las galerías del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, la galería Fayad Jamís y la casa iberoamericana de la décima El Cucalambé.