Las Tunas.- En la avenida Vicente García muchos te descubren, septuagenaria, abierta a los saberes. Tus anaqueles cuentan una historia. Llevas el nombre del Héroe Nacional de Cuba y naciste el 28 de enero, igual que él.
Al abrigo de una fachada ecléctica seduces a la gente. Desde el estudiante que sueña la calificación perfecta hasta quien se pierde en los horizontes de Minerva entre ciencia, poesía, narrativa…
Hoy un novedoso Sistema de Gestión te exalta en el país, fruto de los empeños de tus trabajadores desde el 2013. Así lograste digitalizar todos los catálogos, con cerca de 30 mil registros.
Aunque la pandemia haya limitado tus visitas a centros penitenciarios, hogares maternos y de ancianos, entre otras instituciones, no ha podido apagar esa luz que brilló hace 70 calendarios cuando abrió la primera biblioteca pública de la entonces Victoria de las Tunas.
A lo largo del tiempo te hemos visto en la Jornada Cucalambeana, en la Feria del Libro, explorando formatos digitales y otros espacios. Prestas documentos, te mantienes activa en la promoción, compartes muestras bibliográficas, aportas a la enciclopedia cubana EcuRed, ganas terreno en los servicios a los usuarios.
Tus 10 salas de atención al público te honran desde su quehacer constante. Hay para todos los gustos y necesidades. Está la Sala Martiana, una hemeroteca, la de arte, una patrimonial, la de personas con discapacidad y otras que, igualmente, salvaguardan las enseñanzas del autor de La Edad de Oro. Por eso nos alegró que la de navegación retomara los servicios de Internet, luego de tres años sin estas prestaciones.
También has cultivado durante tres décadas las enseñanzas del Apóstol a través del concurso La Muñeca Negra, incluso ahora, en que las circunstancias de la pandemia obligaron a trasladarse al ciberespacio, no te detuviste e hiciste al auditorio partícipe en las votaciones del certamen. Es difícil saber a cuántos infantes has inculcado el amor puro de Piedad hacia Leonor, pero gracias al empeño de seres como los tuyos, no son de porcelana sus sueños.
Mirando los estantes recuerdas las primeras donaciones, aquella Biblia que la Unión de Jóvenes Bautistas puso a tu merced, aquella Historia de la Música, de H. Lavoix, que facilitó el señor Aldo Peña Paneque. Pero hoy no es muy diferente tu instinto maternal si de libros se trata, pues el colectivo guiado por Carmen Velázquez Quintana resguarda más de 70 mil títulos, entre ellos importantes ejemplares como los tres tomos de El libro de las Constituciones, donados por el Premio Nacional de Historia Eduardo Torres Cuevas.
Aunque modesto ahora, a causa de la Covid-19, no podía pasar por alto tu onomástico. La exposición fotográfica La biblioteca cuenta su historia, te felicita a través de 70 instantáneas. Así se descorren las cortinas del tiempo y nos asomamos, por ejemplo, a ese momento fundacional, donde con orgullo te miraban personas valiosas como Pedro Verdecie Pérez, tu primer director; José Ávila Reyes, presidente del Ayuntamiento y el alcalde José Hernández Cruz. Otras iniciativas figuran en el programa; el agasajo está garantizado.
Aunque parece lejano aquel 28 de enero de 1951, no lo es. Viajan en el tiempo las huellas de quienes te defendieron y se transmutan en el joven que a tu lado amplía su vocabulario, en quien sueña con ser escritor y se da sus “escapadas” hacia el mágico recinto, en todos los que han descubierto que los libros permiten crecer y conocer el mundo. Y así como reflejara tu génesis El Eco de Tunas, hoy 26 se enorgullece de honrarte. ¡Feliz cumpleaños, guardiana de saberes!
