Las Tunas.- La jornada A Tiempo con la Danza concluye hoy en Las Tunas, un espacio que durante tres días ha hecho revivir aquí en el público la preferencia por ese arte nacido de la expresión corporal en sus diversas maneras. Con la compañía folclórica Onilé como anfitriona, desde el Consejo de las Artes Escénicas en la provincia han apostado por mantener el encuentro.
La Plaza Cultural de la ciudad se volvió el escenario para que grupos como Cueybá, Danzashow y la propia Onilé exhibieran sus puestas, que ponderan el valor de rescatar las tradiciones. En el caso del primero, desde los bailes típicos tuneros y la herencia campesina, apuesta por la riqueza de lo popular como una parte imprescindible de la idiosincrasia.
Como momento cumbre resalta el estreno del espectáculo Fe bacuá caimán, por Onilé, con el montaje del maestro Ernesto Llewellyn Lahera, director de la compañía folclórica Babul, de la provincia de Guantánamo; fruto de la colaboración que este creador mantiene desde 2002 con el conjunto tunero. Una muestra de los reconocidos como bailes de salón haitianos a tono con la línea de trabajo del elenco local, que promueve las tradiciones franco haitianas en cuanto a la danza folclórica.
Desde su propio nombre, Onilé, que alude a uno de los caminos de Oggún Guerrero, orisha de la religión yoruba, es ejemplo de la fuerza y determinación para que no se pierda en Las Tunas esta vertiente artística. Josefina Taylor, la directora, explicó que son los jóvenes su mayor fortaleza en pos de lograr esa meta.
A Tiempo con la Danza ha tomado sitios públicos para poner a la comarca en movimiento, con pretexto, también, por el Día Internacional de la manifestación, que se conmemora hoy, 29 de abril. La fecha fue escogida en 1982, por iniciativa del Comité Internacional de Danza, y proclamada por la Unesco en correspondencia con el natalicio del bailarín y coreógrafo Jean-Georges Noverre.
La cita reverencia a uno de los artífices del desarrollo de la danza moderna en Cuba, Ramiro Guerra. En su centenario ha sido distinguido aquí el investigador, ensayista y crítico; fundador de los conjuntos Nacional de Danza Moderna (hoy Danza Contemporánea) y Folclórico Nacional.
Este convite ubica a Las Tunas, por unos días, como capital danzaria del país. Sus ediciones anteriores, con la presencia de invitados foráneos, así lo avalan. Ahora se ha patentizado la importancia de preservar los valores culturales que promueven tanto la preservación de las tradiciones como el impulso a las más noveles generaciones y a la contemporaneidad de una manifestación que se debe renovar constantemente.
