Las Tunas.- Graduado de la Academia de Artes Plásticas en el 2009, Jarol Rodríguez vive en el 2022 la suerte de imponerse con una obra personal sólida, ya pasado el momento de citas en las que quedaba un poco escondida. El aval llega con la condición de finalista en el evento Post-it del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) y la obtención de la Beca La Temporal del Centro Nacional de Desarrollo de las Artes Visuales.
Su primera muestra en solitario se produjo en febrero último en la galería Desde un mirador profundo, de la Casa Iberoamericana de la Décima en Las Tunas, como una continuidad de ese estilo que desde el primer instante lo hizo decantarse por colores vibrantes y la expresión que les aportaron a retratos y otros acercamientos a través del lienzo.
"Trabajé dos años en el Centro de Artes Plásticas como diseñador, después pasé a ser artista independiente y todo este tiempo he estado en activo, exponiendo, pero hasta cierto punto desapercibido, también por el escaso movimiento que existe en la actualidad en la manifestación. No tenía proyectos pretenciosos", comenta a 26 en un retorno de lo que ha sido para él llegar a este minuto.
"Luego de la exposición personal, hago más presencia. A partir del 2020, en medio de la pandemia, supe de la convocatoria del 'Post-it', concursé y resulté seleccionado. Fue realmente una sorpresa porque es bien difícil para las provincias más allá de La Habana". Y repitió el éxito este año.
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Piel adentro con Jarol Rodríguez (galería de fotos)
¿Qué significa para ti esa visibilización?
"Significa mucho. Es muy importante, porque esa es la esencia de todo artista una vez que el trabajo sale de ti. Pienso que uno crea para eso, parte de una necesidad personal, de expresión, de manifestarte; pero el proceso no se completa hasta que las personas pueden ver y tú compartes con ellas lo que has realizado.
"Hacerlo ahora en el ámbito nacional te da un 'ancho de banda' mucho mayor, el poder moverte y que tu obra alcance un público más amplio. Que te vean desde la cúspide y sepan que en Las Tunas se produce arte, a pesar de que no sea lo que más se mencione".
El Post-it 2022…
"La pieza que presenté consiste en la manipulación de la imagen de un cactus, pues estoy inmerso en una serie nombrada El oficio de permanecer con vida, y que consta de la proyección o manipulación de este tipo de plantas y luego las llevo al cuadro, siempre adaptándolo a lo que pretendo comunicar a través de ellas. Hacen una referencia muy personal a la acción de permanecer, subsistir y que es algo característico de esa especie, aun en condiciones extremas.
"Las uso como metáforas de nosotros como seres humanos, incluso, de América Latina, dado, además, porque los cactus son originarios de este continente; y en alegoría a los cubanos, pues en el día a día hemos hecho un oficio del poder subsistir, permanecer, estarse reinventando una y otra vez.
"De dicha serie parte Nomenclatura, que hace referencia a una lista de nombres, de cosas al ser mencionadas que ya quedan en incógnita y dan espacio para el diálogo una vez delante del cuadro".
Llega después otra buena noticia, la Beca La Temporal…
"Una gran noticia. Si la del 'Post-it' era buena, la de la beca resultó mejor, porque la primera es una pieza más dentro de un conjunto de creadores emergentes; sin embargo, la beca es la presentación de un proyecto en solitario, el cual ellos deben aprobar y, una vez hecho, existe la posibilidad del patrocinio.
"Te da la oportunidad de desarrollarte como artista y de que tu trabajo llegue más allá, con una serie de cuadros que puedan dialogar entre ellos mismos.
"Mi propuesta tiene que ver justo con lo hecho en El oficio de permanecer con vida, puse a consideración lo teórico, las obras, todas las imágenes, a fin de que funcionara como una suerte de ecosistema, donde pudieses entrar y moverte entre ellas. Y para mi alegría fue escogido".
¿Cuáles son las ambiciones con estos logros?
"Seguir posicionándome. Eso resulta vital por varios motivos, entre ellos, el mercado, ya en el siglo XXI eso no es un secreto. En el arte contemporáneo, las grandes galerías o los artistas de renombre no solo lo son por el nivel de sus piezas, sino por lo que cotizan en las subastas.
"Entonces, tengo la ocasión de ser visibilizado, de poder compartir en un grupo más amplio, y eso hasta cierto punto te ayuda en el mercado. Es una realidad, si no logras vender, no puedes crear. Es bastante duro crear ahora mismo en Cuba, es muy caro producir un cuadro.
"Mis planes van por ahí, continuar creciendo artísticamente, sin rehuir de lo que el mercado pueda hacer conmigo, que no es lo mismo que trabajar para él, pues de hacerlo matarías tu creatividad, tu propio nivel de expresión. No es ese mi interés, pero sí constituye un elemento significativo a la hora de patrocinar la obra que estás queriendo llevar a cabo".
Has cultivado una estética…
"En todos estos años no ha cambiado para nada mi motivación y hacia donde he dirigido mi quehacer. Los intereses sí van moviéndose de postura, pero el eje central sigue siendo el mismo, el conflicto interior del ser humano, debido al cual busca, en oposición a lo que le agrede, esos espacios de belleza, donde puede encontrar paz, felicidad.
"Mi obra va por esa parte afectiva, psicológica, personal, inclinada a la belleza. También ha sido constante el estilo que he marcado este tiempo, los colores fuertes, la expresividad de los mismos, cómo ellos juegan un rol valioso a la hora de la pintura, de poder expresarte y continuar".
En su faena, Jarol Rodríguez no da la espalda a las necesidades objetivas, es un artista real y aterrizado en los imperativos de una época difícil, de prácticas mercantiles a las que algunos sucumben sin la fortaleza de ir allí con sus criterios. El arte de permanecer está en él con la propuesta de mostrar la realidad con sus tonos agresivos y con su belleza, tal cual es.
