Wang Wenbin 1536x864Beijing.- China rechazó hoy un informe de un relator especial de la Organización de Naciones Unidas para derechos humanos, que citó el presunto trabajo forzado en Xinjiang, tras condenar la politización del tema con el propósito de denigrar su Gobierno.

Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, deploró que ese funcionario "escogió creer en las mentiras y desinformación divulgada por Estados Unidos, algunos países occidentales y fuerzas contrarias" al Gigante Asiático, para socavar la estabilidad y prosperidad nacional y de la región autónoma uigur.

Lo acusó de abusar de su poder y autoridad, violar códigos de conducta y servir de instrumento a quienes se entrometen en asuntos internos de China, mientras negó la existencia de trabajo forzado en Xinjiang y enfatizó en la protección de los derechos e intereses de la población allí.

Exigió rectificar el texto, respetar los hechos y dejar de usar las mentiras para crear divisiones y confrontaciones.

La región autónoma uigur de Xinjiang (noroeste) es frecuentemente usada por Occidente para lanzar acusaciones contra China sobre el presunto maltrato a las minorías étnicas y existencia de campos de reeducación.

Beijing siempre rechazó esos señalamientos y aseguró que las políticas aplicadas allí buscan combatir el terrorismo y la radicalización, pero también ayudar al desarrollo socioeconómico de su población.

 

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