La Habana.- El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, afirmó hoy en Twitter que las medidas anunciadas esta semana con respecto a Cuba por el Gobierno de Joe Biden no revierten la política de máxima presión de su antecesor, Donald Trump.
Señaló que se mantienen en vigor las principales acciones definidas a asfixiar la economía cubana que afectan directamente al pueblo, como el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a su país hace más de seis décadas.
"Medidas anunciadas por Gobierno de Biden no revierten la política de máxima presión de Trump. Se mantienen en vigor las principales decisiones dirigidas a asfixiar la economía cubana, con graves afectaciones a nuestra población. Tampoco se proponen flexibilizar el bloqueo".
El canciller cubano aseveró que Estados Unidos (EE.UU.) trata de justificar, con engaños y maniobras, su decisión de excluir a varios países de la IX Cumbre de las Américas, de junio próximo, lo que constituye un retroceso en las relaciones hemisféricas.
"Con engaños y maniobras de última hora, EE.UU. está tratando de justificar su decisión arrogante de excluir a países de la IX Cumbre de las Américas, lo que constituye un retroceso en las relaciones hemisféricas".
Reiteró la disposición del Gobierno de Cuba de iniciar un diálogo respetuoso y en pie de igualdad con su par de Estados Unidos, sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas, sin injerencia en los asuntos internos y con pleno respeto a la independencia y la soberanía.
Este lunes el Departamento de Estado de EE.UU. anunció que el Gobierno de Biden dispuso el restablecimiento de vuelos comerciales a otras ciudades cubanas, además de La Habana, y la reactivación del programa de reunificación familiar, suspendido durante años.
También se permitirán los viajes grupales para intercambios educativos o profesionales, y se elimina el límite de remesas que llegan a las familias en territorio cubano, actualmente fijado en mil dólares por trimestre; además, se aumentarán los servicios consulares y el procesamiento de visas.
El Gobierno cubano considera que si bien son positivas, esas medidas resultan muy limitadas, en tanto dejan intactas las bases del bloqueo económico, comercial y financiero que Washington impone a La Habana hace más de seis décadas.