sembrado arroz rey
Las Tunas.- Las Tunas es una provincia con tradiciones de siembra y cosecha de arroz a baja escala, pero ahora -cuando tanto se necesita- el cultivo está muy deprimido y su precio se encarece hasta los límites más ilógicos, pues es el alimento base de la dieta de los cubanos.

¿Qué sucede en el territorio? ¿Puede consolidarse ese renglón? ¿Se dispone de los insumos necesarios? ¿Cuál es el factor limitante? Con esas y otras interrogantes, 26 dialogó con Alberto Rojas Acosta, especialista de arroz en la Empresa Agroindustrial de Granos (EAG).

Alberto Rojas Acosta“En el año 2012 se fundó el programa de desarrollo arrocero y lo asumió la EAG, rectora del programa. En ese entonces se definieron las áreas que podían explotarse para el cultivo, concentrándose fundamentalmente en los polos de 'Amancio', Manatí y Camagüeycito que, aunque pertenece a la provincia de Granma, es administrado desde aquí.

“La cifra se estableció en unas 10 mil 900 hectáreas (ha). Sin embargo, en el 2015, cuando la sequía se recrudeció y los embalses no se recuperaron, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) limitó una cuota máxima de agua para el arroz y se fijaron dos mil 500 ha en cada calendario”.

AHORA SE SIEMBRA MUCHO MENOS

El cultivo de la gramínea hoy está muy deprimido porque este es un territorio seco y el renglón demanda de mucha agua durante la mayor parte de su ciclo reproductivo. Para aprovechar el líquido asignado, la producción se concentra en las áreas con mayor experiencia de los productores.

“La EAG tiene su estrategia de trabajo y siembra en la campaña de frío y en la de primavera, con un cronograma acorde a las cuatro variedades más comunes. Ahora solamente están en el proceso 400 ha, concentradas en los polos de
'Amancio', La Perla y Camagüeycito.

“Esas 400 ha, con un rendimiento medio de tres toneladas (t) cada una, aportarían unas mil 200 t de arroz cáscara húmeda. De ella se utilizaría un 20 por ciento para semillas, para garantizar otras siembras, y luego del secado y molinado, se obtendrían cerca de 400 t de arroz para el consumo.

“Eso es insignificante para la demanda que hay en la provincia. Por tanto, existen algunas proyecciones a mediano y largo plazos que se basan en el asesoramiento técnico de los especialistas y en la experiencia acumulada en algunos territorios”.

MULTIPLICAR EL GRANO, TAREA DE MUCHOS

Rojas Acosta sabe de desvelos en los tres polos arroceros de Las Tunas y conoce al dedillo cada uno de esos lugares, de sus potencialidades y de los factores externos que podrían frenar la siembra, limitar los rendimientos y afectar las cosechas.

“En La Perla, de Manatí, hay 100 ha de arroz, con casi 30 días de germinación y recursos humanos muy consagrados. Allá la intención de la empresa es mejorar los sistemas de riego, independientemente de lo tensa que resulta la situación con el agua en la presa Gramal.

“En un futuro no muy lejano, 'Amancio' pudiera dar excelentes resultados, pues es el municipio con mayor rendimiento agrícola. Lo que falta es una pequeña inversión en la derivadora Sevilla, tarea que le corresponde al INRH y que daría más de cuatro millones de metros cúbicos de agua para sembrar 150 ha.

“Incluso, ese territorio tiene un potencial productivo de más de tres mil ha. Construyendo la presa Fortaleza, que puede dar 90 millones de metros cúbicos, prácticamente estaría resuelto el problema del arroz y lo mejor está en el empeño de los productores.

“Por su parte, Camagüeycito dispone de unas seis mil ha. Tres mil de ellas están ocupadas por marabú y malezas y para alistarlas se necesita preparar la tierra y desarrollar una infraestructura de riego”.

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MOVIMIENTO POPULAR, OTRO FACTOR CLAVE

El sector cooperativo y campesino de Las Tunas siembra a riesgo y, en su mayoría, sin los insumos que requiere el cultivo de arroz. Sin embargo, hay un grupo de elementos técnicos del manejo mediante técnicas agroecológicas que pueden dar rendimientos aceptables.

“Entre los años 2000 y 2012, el movimiento popular puso gran cantidad de arroz en el mercado y se incrementó la oferta. Ahora  pretenden recuperar esa gestión con un mínimo de recursos y estoy convencido de que en esas condiciones se puede atender una pequeña extensión.

“En la medida en que se incorporen más productores de otros municipios, la existencia del producto será mayor; incluso, con materia orgánica que mejora la estructura física del suelo e incentiva a la planta a extraer los nutrientes y a mejorar la calidad del grano”.

AGUA, EL TALÓN DE AQUILES

“El gran problema del arroz en Las Tunas es la insuficiente disponibilidad de agua. El ejemplo más concreto está en Camagüeycito. De las tres mil ha limpias, solo se siembran mil 317 entre las dos campañas porque desde la presa Cauto el Paso apenas se entregan 20 millones de metros cúbicos por año.

“Es una zona con muchas posibilidades, pero faltan inversiones, pues en el área está la laguna de Leonero, parte del programa de desarrollo arrocero y con capacidad para aportar 40 millones de metros cúbicos. Solo necesita infraestructura de rebombeo.

“También perjudica el estado técnico de los vehículos que se involucran en la cosecha. Contamos con 11 equipos, cuatro de porte grande, en cuyo tanque se pueden almacenar tres t. El resto son minicosechadoras, con capacidad reducida, de una t.

“Vamos a enfrentar la cosecha solamente con una máquina grande y nada más, pues las otras están muy deterioradas. Eso nos enreda el proceso porque si tuviéramos las demás podríamos incentivar la siembra de arroz por la tecnología popular y les prestaríamos el servicio, que es lo más complicado”.

arroz sembrado agua

¿EN UN CORTO PLAZO PODRÍAMOS GARANTIZAR NUESTRO ARROZ?

En la provincia hay diferencias entre lo se que produce y lo que se demanda. Esa afirmación de Rojas Acosta, de tan objetiva, hace poner los pies en la tierra y motiva a producir en las comunidades, tal como se recoge en el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.

“Aquí residen más de 500 mil habitantes. Entre su canasta básica y el consumo social se necesitan cerca de 70 mil t de arroz cáscara húmeda, más o menos 32 mil t de consumo; o sea, listo para cocinar. En el territorio, el año que más se produjo fue el 2014, unas seis mil t de arroz consumo”.

Por último, el especialista agregó que, según los estudios recientes que se han realizado, los cubanos consumimos unos 60 kilogramos del cereal cada año. Y entonces, simples números demuestran que del surco a la mesa, al arroz le falta un largo trecho.

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