Las Tunas.- Blas Velázquez es uno de los dos hermanos que sostienen la emblemática finca que lleva su apellido, en el municipio de Majibacoa, donde cada día se apuesta por la vida desde la producción de alimentos.
Nandy, como todos le dicen, y su hermano Jorge, trabajan la tierra desde que eran unos adolescentes. Su labor constante les permite altos rendimientos en todos los cultivos y la producción de carne vacuna, porque para ellos aumentar los volúmenes de alimentos es la mejor manera de bajar los precios en los mercados.
Alrededor de nosotros un campo de dos hectáreas de boniato, verde, frondoso, lindo, que está a punto de ser cosechado.
"Aquí hay sembradas 66 mil matas, con un 90 por ciento de germinación, y el pronóstico es libra y media de boniato por planta, y eso dará alrededor de 700 quintales del alimento".
Y el costo de producción anda por los 5.00 pesos más o menos, según dijiste en un encuentro con otros campesinos.
"Uno no es un llevador de cuenta a fondo, pero el boniato es un producto noble, que no lleva ninguna fumigación, lo que requiere es un ciclo de agua que no permita que la mata pierda su vigor de vida, que el rejo cierre e impida la entrada del tetuán, el insecto que más daño hace a ese cultivo en Cuba".
¿Entonces por qué es tan caro el boniato para la población, si su costo de producción es un poco más de 5.00 pesos?
"El costo neto ronda los 5.00 pesos, pero en la realidad es más. Para todos los casos, hoy la fuerza de trabajo se encarece, y hay otras cosas que no se tienen en cuenta y que están dentro del costo de producción, que no es cerrado".
Pero nada justifica que en la calle esté hasta 40.00 pesos la libra.
"Bueno, nosotros tenemos una pelea, y los precios hay que bajarlos por todas las vías, desde los insumos que necesitamos y otras cosas básicas que solo están en el mercado negro y las cuales tenemos que adquirir para sostener la vida".
¿Por ejemplo?
"Mira, todas las noches yo pago a dos guardias porque el robo es grande en los campos. Y eso nadie lo tiene en cuenta en el costo de producción y sí está. Si el robo se acaba la vida del campesino mejora, y eso disminuye los precios y motiva a los productores para volver a sembrar y a producir. Yo te aseguro que si tuviera acceso a productos y servicios más baratos no tendría que vender el boniato más caro, aunque nunca a 40.00 pesos la libra que es un precio abusivo.
"Otro ejemplo: yo no produzco arroz, y no me alcanzan las cinco libras del censo, entonces tengo que pagarlo a 170.00 pesos y más en el mercado negro, y eso es una cadena que para en el precio final de los productos.
"Claro, hay que saber diferenciar a la gente que te compra. Yo a los revendedores no les vendo nada. Ahora, si otra persona llega a la finca y solo tiene 150.00 pesos para comprar una burra que cuesta 300.00, pues se la vendo a 150.00. Yo siempre trato de bajar la varilla de los precios. En eso uno tiene que ser cuidadoso".
El tema de los precios es complicado, aunque campesinos como los hermanos Velázquez demuestran que se pueden bajar con más producción y cierta dosis de empatía.
