Las Tunas.- Según notificó el Twitter de la Presidencia, este jueves continuaron, por esta provincia del oriente cubano, los intercambios del primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez con las principales autoridades políticas y de Gobierno de los diferentes territorios para evaluar, en este caso, la concreción de la estrategia económica y social del Balcón de Oriente para el 2023. En el contacto tomaron parte, además, Manuel Marrero Cruz, primer ministro y Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central.
“En las provincias existen experiencias interesantes y temas en los que se ha avanzado, pero aún no se alcanzan los resultados esperados. En el sector agrícola y en la producción de alimentos, por ejemplo, aún no se logra satisfacer la demanda de la población”, opinó en Twitter esta mañana el primer ministro.
“Lo que hemos estado discutiendo durante estos días a lo largo de todo el país es también lo que le corresponde al Partido: una evaluación de lo que nos falta por hacer, cómo responder a las necesidades y a expectativas que nos hemos planteado para hacer del 2023 un mejor año”, señaló Morales Ojeda.
En enero pasado, el miembro de Comité Central y primer secretario del Partido aquí, Manuel René Pérez Gallego, acompañado por el diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y gobernador provincial, Jaime Ernesto Chiang Vega, así como de directivos de empresas e instituciones y organizaciones sociales y políticas, expuso el programa para afrontar el severo escenario económico y social para el presente año.
En ese momento se señalaron como dificultades más acuciantes aquí la inflación que contrasta con la depresión de la oferta de bienes y servicios. Asimismo, señalaron la permanencia de insatisfacciones entre la ciudadanía por la calidad de servicios básicos como el abasto de agua potable y el transporte público de pasajeros. La construcción de viviendas, dijeron en ese momento, no responde a las necesidades reales; mientras los rendimientos de las zonas de cultivo estaban por debajo de los potenciales.
Frente a ese panorama las proyecciones expuestas en materia financiera se proponían ralentizar el alza de los precios, reducir el déficit presupuestario; también incrementar las ventas netas junto a las utilidades antes de impuestos entre las empresas estatales.
Paralelamente, desde Las Tunas sus decisores reiteraron la voluntad de fortalecer y dinamizar la entrega de tierras en usufructo; y en consecuencia, la producción de alimentos, también de azúcar de caña. Además, se preveían alzas en la entrega al mercado de carne vacuna, porcina; y de granos, hortalizas y vegetales. Otros puntos claves dentro de la plataforma propuesta para la economía local eran dinamizar aún más las industrias de muebles, metálica y metalúrgica que vaticinaban incrementos productivos respecto al 2022.
Todo, en medio de un escenario internacional sumamente adverso por la permanencia de las medidas que recrudecieron desde el 2017 el asedio estadounidense a la economía cubana, agravado por los efectos del conflicto armado entre Ucrania y Rusia el año pasado, así como por la pandemia de la covid-19 sobre los mercados globales y las cadenas de suministros.