Las Tunas.- Continuar implementando alternativas que contribuyan a mejorar la atención al personal, fundamentalmente, en lo relacionado con la alimentación en el comedor y las cafeterías del ingenio, y fortalecer el control hasta elevar el aprovechamiento de la maquinaria agrícola e industrial son prioridades en esta recta casi final de la actual zafra azucarera en el central Antonio Guiteras.
Así lo indicó el miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia, Manuel Pérez Gallego, en intercambio con representantes de todos los factores de la fábrica, cuyas responsabilidades están ligadas a esos imperativos en la campaña, requerida del óptimo aprovechamiento de los recursos humanos y tecnológicos de los que disponen las industrias.
Hasta el martes, habían transcurrido 46 días de zafra, en los que solo se habían producido tres mil 954 toneladas de azúcar, a un ritmo de 84 por día, insuficientes para recuperar el atraso existente y coronar un plan que sobrepasa las 39 mil toneladas del crudo.
En el encuentro, al que asistieron también el diputado Jaime Chiang Vega, gobernador, y dirigentes del Secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y del sindicato del sector a ese mismo nivel, Juan Carlos Molina Diéguez, director del central, informó en detalles, los problemas fundamentales que enfrenta la industria, principalmente con salideros en las tuberías y algunos operacionales asociados a la falta de experiencia de la fuerza laboral en puestos clave.
Molina Diéguez destacó los esfuerzos que realizan para corregirlos, y las medidas que han ido adoptando a favor del colectivo laboral, como la venta diaria de productos agropecuarios.
Por su parte, Rafael Pantaleón Quevedo, director de la empresa agroindustrial azucarera Antonio Guiteras, describió otros obstáculos que frenan el desempeño y afectan la eficiencia industrial, porque alteran el flujo continuo de la materia prima, que “desde el campo en estos días está llegando con mayor calidad, pero no en las cantidades necesarias”, reconoció.
Pantaleón Quevedo abundó en la cierta lentitud para atender los accidentes en las vías del ferrocarril, el número reducido de camiones -solo el 40 por ciento de lo previsto- y de carros de línea que trasiegan materia prima y el incumplimiento de la secuencias de viajes de los primeros. “Un asunto requerido de atención permanente y de equipar esos medios con el sistema de posicionamiento global (GPS) como medida preventiva a las indisciplinas laborales”, enfatizó.
El directivo confirmó que los apagones interrumpen diariamente entre cuatro y cinco horas los procesos en los centros de recepción y limpieza, y que por esas causas, esencialmente, el tiempo perdido anda por el 75 por ciento y se está moliendo alrededor del 48 de la norma potencial diaria.
Enumeró esas dificultades como las amenazas más significativas a la producción azucarera en estas jornadas, que son decisivas en el propósito de alcanzar niveles superiores de eficiencia y acercarse lo más posible a la cifra comprometida con el país.
