Las Tunas.- Medidas intensivas de control y participación comunitaria marcan la respuesta de la provincia ante el progresivo aumento de arbovirosis. Las autoridades sanitarias y del Gobierno han implementado un plan reforzado de enfrentamiento a estas enfermedades transmitidas por mosquitos como dengue, zika y chikungunya, que complejizan ostensiblemente el escenario epidemiológico.
La estrategia combina acciones directas en el terreno con la coordinación intersectorial. En los barrios, se ha intensificado la búsqueda activa de posibles enfermos para garantizar el diagnóstico y los cuidados inmediatos. Equipos de control vectorial realizan tratamientos focales con larvicidas (abate) y métodos biológicos en las manzanas identificadas como de alto riesgo, logrando el bloqueo del 100 por ciento de los casos sospechosos en las primeras 24 horas.
Así lo informó en reunión de trabajo el director general de Salud, doctor Ariel Guevara Bringa, quien explicó que “una de las tareas clave ha sido la revisión total de tanques elevados y depósitos de agua de difícil acceso, puntos críticos para la reproducción del mosquito Aedes aegypti.
“Al propio tiempo, se evalúan constantemente las zonas que requieren saneamiento ambiental, una decisión que se discute y prioriza en los grupos temporales de cada municipio, integrando también el monitoreo de personas con fiebre”.
Yelenys Tornet Menéndez, gobernadora, hizo énfasis en la necesidad de proceder de manera diferenciada y específica en las manzanas reiterativas, con la población, los delegados y las asambleas del Poder Popular. “Si no se eliminan las causas y condiciones se mantendrá el dengue, el chikungunya... También debemos trabajar con mayor control, anticipar la prevención, la vigilancia y la lucha antivectorial”.
Por otra parte, William Proenza Mendoza, miembro del Buró Provincial del Partido, dijo a los presentes que no basta con la fumigación; la participación ciudadana es fundamental. Por ello, se ha incrementado la promoción y educación para la salud, llevando mensajes preventivos directamente a las audiencias de cuadras y barrios.
Aldo Cortés González, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, detalló que en la vigilancia y la lucha antivectorial es esencial el quehacer intersectorial y comunitario, en el cual si no existe la capacidad de movilización de los ciudadanos y los organismos no se logrará la ofensiva que requiere de efectividad integrada, continua y sostenible.
También precisó que el tratamiento adulticida permite erradicar la población de mosquitos adultos infectados y destruir los focos; en tanto, urge eliminar los basureros de manera sostenida, a partir de la caracterización de la comunidad y los criaderos potenciales con prioridad de los lugares como los edificios multifamiliares, espacios de mayor concentración de habitantes y riesgos.
El objetivo central de todo este trabajo es cortar la cadena de transmisión de las arbovirosis, reduciendo la presencia del mosquito y el impacto de las enfermedades. La provincia mantiene un enfoque territorial y proactivo, priorizando las áreas de mayor peligro y combinando la faena técnica con la movilización social para proteger la salud colectiva. Ha sido mucho el esfuerzo, pero aún el desafío es inmenso.
