 La medalla de Heroína del Trabajo de la República de Cuba le fue impuesta a Bertha, en el 2019, de manos del Comandante José Ramón Machado Ventura. Foto: José M. Correa / Granma |
Las Tunas.- Saberse mujer es un honor, y el orgullo crece cuando la obra de la vida es reconocida.
Este es el sentir de muchas de las mujeres de nuestro país, y en la provincia son disímiles las féminas que se saben continuadoras de la perenne obra de Vilma Espín, entre ellas, está Bertha Luz Rodríguez López. Ella es Heroína del Trabajo de la República de Cuba desde hace tres años.
Su trabajo durante 53 años en el sector de Educación, de los cuales consagró 33 a la enseñanza de los estudiantes de la escuela de iniciación deportiva (EIDE) Carlos Leyva, fue el motivo por el que recibió la distinción, pasando a ser la primera mujer de este universo en obtener tan alto lauro.
Estudiar Medicina era su mayor sueño, el que fue detenido por una necesidad del país: "Yo era joven rebelde, y el Comandante hizo una petición a los jóvenes para que nos incorporáramos a estudiar carreras pedagógicas por la falta de profesores que había en el país por aquellos años.
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"Es ahí cuando me incorporo al Destacamento Pedagógico, del que me siento orgullosa y feliz, porque ir por la calle o llegar a una determinada institución y que aquellos que un día fueron mis alumnos me reconozcan y saluden representa un honor inmenso", asegura con regocijo.
No fue su vida en las aulas un sacrificio sino su manera de demostrar el compromiso con el quehacer de la Revolución.
Fundadora de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). En esta última atendió en la base el frente de Educación.
"Fui alfabetizadora y siempre tuve el reconocimiento de mantener mi zona entre los primeros bloques de la provincia en el ámbito educacional. Razones que me permitieron recibir todos los reconocimientos y condecoraciones que entrega la FMC a las mujeres en la provincia".
Cumplió sus 74 años de edad el pasado mes de mayo, y la llena de regocijo ser reconocida, sencillamente, como la profe de Biología. Una vida dedicada a las aulas parece poco, pero no lo es. Sentirse útil está entre sus premisas sagradas, por eso decidió reincorporarse luego de su jubilación.
"La medalla de Heroína del Trabajo me la entregó José Ramón Machado Ventura y estuve muy feliz, al fin había logrado la meta que me había impuesto durante tantos años. Mi mayor anhelo era recibirla de las manos de nuestro Comandante, que aunque ya no está entre nosotros yo sabía que estaba orgulloso de mí y de lo que había logrado gracias a él y la Revolución".
Siente la FMC como una luz en la vida de toda mujer, porque para ella "lo más lindo que hay es llegar a los 14 años para ser federada, y continuar con el legado de Vilma. Me motiva que este año veo mayor sentido de pertenencia, más compromiso con lo que debemos hacer.
"En este tiempo de la covid-19 se demostró esa disposición femenina, se vio la labor de las mujeres -dice Bertha Luz- , tanto las amas de casa como las trabajadoras, quienes se pusieron al frente de la lucha contra la enfermedad e hicieron lo preciso".
Sus deseos de aportar la obligan en todo momento a acercarse a las más jóvenes para brindar su colaboración. Ella sabe cuánto bien esparce una cofradía como la FMC, nacida para empoderar y ser casa y abrazo.
