Las Tunas.- El alistamiento de los centrales y demás equipos que llevan adelante los azucareros tuneros, de cara a la zafra 2022-2023, deviene tarea titánica por lo mucho que deben hacer entre este mes y octubre, con un nivel alto de soluciones internas.
También, porque acometen la faena en medio del peor momento del bloqueo y de la economía cubana, severamente azotada por ese flagelo antihumano y criminal, más la crisis económica internacional, la pandemia del SARS-CoV-2 y otras afectaciones internas.
De esa cruda realidad que impide al país disponer de los recursos financieros necesarios para ir de compra al mercado internacional, no están ajenos quienes sudan la gota gorda en cada ingenio y taller de maquinaria.
Así se deprende de las acciones emprendidas por los directivos, técnicos, mecánicos y operarios de máquinas herramientas para minimizar el impacto de la falta de piezas, laminados y otros accesorios que persiste, aun cuando el país puso todo cuanto tenía al alcance de los centrales Antonio Guiteras y Majibacoa, únicos que en Las Tunas producirán azúcar en la venidera campaña.
Por esa disposición colectiva, Rafael Pantaleón Quevedo, delegado de Azcuba en Las Tunas, asegura a 26 que el obstáculo mayúsculo que representa el bloqueo, lejos de quebrar el espíritu batallador de los azucareros tuneros, lo ha fortalecido. Incluso, el desmedido cerco económico, comercial y financiero posibilitó crear una oportunidad para estrechar lazos de cooperación con otras empresas, fuera del sector.
En su opinión, de esas coordinaciones interempresariales nacieron compromisos de colaboración que configuran un panorama de trabajo más optimista para el presente y futuro de la Agroindustria Azucarera. Así, por ejemplo, detalló que la empresa de estructuras metálicas Comandante (Paco) Cabrera respondió positivamente a la petición de asumir con sus fuerzas y medios la reconstrucción de 19 remolques y cuatro implementos agrícolas destinados a la transportación y siembra de caña.
Similar postura asumieron los directivos de la Empresa de Aceros Inoxidables (Acinox Las Tunas) y del taller ferroviario nacional Capitolio -con sede en el poblado de Delicias-, quienes pusieron a disposición las máquinas especializadas con sus respectivos operarios para reforzar la fabricación y recuperación de piezas de repuesto deficitarias.
En ese contexto destaca, además, la protección que brinda la Empresa Eléctrica a los circuitos de los centrales durante el horario diurno, la entrada en acción de brigadas de paileros procedentes de las entidades de apoyo al sector azucarero y las medidas que en lo interno se adoptan en función de incrementar la atención al hombre, la jornada laboral y trabajar con más empeño.
Para Pantaleón Quevedo, tal comunión de esfuerzo deviene fortaleza en el afán por reducir, en lo posible, los efectos de la falta de combustible, insumos y otros recursos vitales para hacerle a la envejecida maquinaria industrial los arreglos más perentorios.
En concreto y según criterios del directivo, Las Tunas está en un buen momento para avanzar sostenidamente hacia la meta de culminar en octubre las reparaciones de los centrales Antonio Guiteras y Majibacoa, objetivo que en el caso de "Colombia" se adelantará para el 15 del propio mes, por cuanto comenzará la molienda a inicios de noviembre, pero para producir meladura destinada a la fabricación de ron, alcohol y alimento animal en la unidad empresarial de base Derivados Amancio Rodríguez.