Santiago de Chile.- Chile cierra la semana con una escalada de violencia en el sur del país que mantiene hoy al gobierno empantanado en escoger una solución política o militar a un conflicto con profundas raíces históricas.
En días precedentes se multiplicaron en La Araucanía y otras zonas incendios de predios y maquinarias de empresas forestales, viviendas y vehículos, perpetrados por desconocidos armados a quienes las fuerzas policiales parecen incapaces de capturar.
Ante tal crisis el presidente Sebastián Piñera anunció el lunes medidas para combatir lo que calificó como actos terroristas, entre ellas la priorización de varios proyectos legislativos y un Acuerdo Nacional con fuerzas políticas y sociales contra la violencia.
El mandatario hizo esos anuncios tras reunirse con el Ministro del Interior y altos representantes de Carabineros, la Policía de Investigaciones y las Fuerzas Armadas, a quienes envió al día siguiente al sur del país para coordinar posibles acciones punitivas.
Pero la respuesta al mandatario desde la oposición y partidos oficialistas fue señalar el fracaso del Gobierno en hallar una salida a la crisis, aunque también presentaron propuestas diametralmente diferentes sobre una posible solución.
Así, la candidata presidencial socialista Paula Narváez consideró que el problema no se resuelve con medidas de seguridad y militares sino con acuerdos políticos con el pueblo mapuche.
En similar línea el alcalde comunista Daniel Jadue, la figura mejor valorada dentro de la oposición, señaló que el gobierno no ha hecho nada para saldar la deuda con las naciones originarias.
En cambio, el Partido Republicano, de extrema derecha, consideró que la solución de la crisis "no lo van a lograr los políticos, sino las Fuerzas Armadas y de Orden", y su presidente, José Antonio Kast, conminó a Piñera "a ponerse los pantalones".
A esa posición de fuerza también se sumaron diputados de Chile Vamos, la coalición de Gobierno, que incluso pidieron al mandatario imponer el Estado de sitio en La Araucanía.
Ante esas presiones el gobernante se reunió el jueves con los presidentes de los partidos de derecha, para abordar la crisis, y según trascendidos desestimó, al menos por ahora, aplicar esa medida de fuerza en los territorios sureños.
Por último, este viernes sostuvo un encuentro con representantes del Parlamento, Justicia y Contraloría, entre otros, con el objetivo –dijo- de buscar acuerdos y coordinaciones para que esas instituciones hagan 'su mejor esfuerzo para aportar a la solución del problema'.
Pero ahí también quedaron latentes las diferencias, pues tras la reunión, la presidenta del Senado, Adriana Muñoz, consideró inaceptable una intervención militar en La Araucanía, donde, recordó, no hay un solo conflicto por violencia, "sino también por una demanda histórica de derechos del pueblo mapuche y a eso no se le ha dado ninguna atención".