Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, António Guterres, informó hoy que luego de mantener contacto con varios actores políticos, vislumbra algunos elementos de progreso diplomático en temas clave para abordar el conflicto en Ucrania.
Pese a esto, el máximo representante de Naciones Unidas expresó alarma por el difícil escenario que atraviesan los civiles ucranianos y llamó a poner fin cuando antes a la guerra en ese territorio.
En estos momentos, dijo Guterres a la prensa acreditada ante la ONU, hay suficiente sobre la mesa para cesar las hostilidades y negociar seriamente, ahora.
Según destacó el titular, esa guerra es imposible de ganar, tarde o temprano, tendrá que pasar del campo de batalla a la mesa de paz: eso es inevitable.
Guterres lamentó el sufrimiento humano y la destrucción en varios puntos de Ucrania, manifestó alarma por el bombardeo contra estructuras civiles y gran preocupación por la situación en Mariupol.
Asimismo, indicó que 10 millones de ucranianos abandonaron sus hogares debido a los enfrentamientos y están en movimiento por la región.
Las repercusiones del conflicto en Ucrania también se sienten en todo el mundo con el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes, lo cual amenazan con convertirse en una crisis mundial de hambre.
Una vez más, el secretario general de la ONU hizo recaer sobre Rusia la responsabilidad de lo que sucede actualmente en Ucrania y dijo que las acciones de Moscú son violatorias de la Carta de la ONU.
Hace unas semanas, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, pidió al máximo representante de Naciones Unidas actuar de manera imparcial ante cualquier conflicto y, en particular, con respecto a los últimos acontecimientos en Ucrania.
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que la Secretaría de ese organismo multilateral está obligada a abogar por el diálogo directo entre las partes en conflicto.
Sin embargo, dijo, el secretario general de la ONU nunca “alzó la voz” a favor del cumplimiento de las demandas de los acuerdos de Minsk y la resolución 2202 del Consejo de Seguridad, la cuales exigen que todos los problemas se resuelvan mediante acuerdos entre Kiev y las regiones autónomas Donetsk y Lugansk.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores recordó que tampoco ningún país de Occidente presionó a Kiev para que implementara el paquete de medidas de Minsk.
“Lamentablemente, el secretario general siguió ese triste ejemplo”, apuntó Lavrov y añadió que Guterres sucumbió a las presiones de Occidente e hizo declaraciones sobre lo que ocurre en Ucrania que no corresponden a su estatus y su mandato.
Rusia lanzó el pasado 24 de febrero lo que el presidente Vladimir Putin calificó de operación militar especial en la región autónoma ucraniana de Donbass, después de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaron ayuda para repeler la agresión de fuerzas nacionalistas.
