IMG 20210805 WA0002

Las Tunas.- A la pequeña se le ve muy cómoda en los brazos de mamá mientras absorbe su leche, y por la pose parece estar en la gloria. Y sí que lo está. La pequeña Vanesa comparte el deleite con quien hace solo unas horas la trajo al mundo. Es un instante sublime que las envuelve y traslada a ambas hacia otra dimensión; una en la que solo existe felicidad. “Soy muy dichosa de tenerla entre mis brazos, ¡hasta olvidé los dolores del parto!”, dice con un brillo en los ojos que ni el agotamiento logra apagarle.

Así de fuerte es la conexión que estrechan madres e hijos en ese acto de amor: la lactancia materna. Las bendiciones van más allá del innegable vínculo afectivo. La leche humana aporta muchos beneficios a la salud del bebé e, incluso, se conoce como la primera vacuna que recibe tras el nacimiento. En estos tiempos en los que amenaza la pandemia sería aún más lamentable privar a nuestros infantes de este producto que les fortalece el sistema inmunológico.

Al decir de la doctora Mariceli Bas Ávalo, especialista en Neonatología, este líquido es “un tesoro que regalamos las mujeres a nuestros pequeños. Posee muchas propiedades inmunológicas y todos los anticuerpos que creó la madre durante toda la existencia los transmite a la criatura, preparándola para contrarrestar las infecciones. Además, el Interferón, usado en el tratamiento a pacientes con Covid-19, se encuentra naturalmente, en forma de interferón-gamma, en la leche humana”.

En el hospital Ernesto Guevara de esta provincia, pese al complejo panorama epidemiológico que atraviesa el país, el personal no ha dejado de promover la importancia de amamantar al bebé. “La madre debe lactar, igualmente, si contrae el coronavirus, pues no existe el riesgo de contagiar al niño por esa vía; eso sí hay que extremar la protección con el uso del nasobuco, el lavado frecuente de manos, de los senos y las otras medidas de bioseguridad”.

Desde el inicio de la pandemia se han reportado más de 10 puérperas confirmadas. El hospital Guillermo Domínguez, de Puerto Padre, es el designado para asistir a las pacientes, las cuales no son separadas de sus pequeños siempre que su condición así lo permita.

                                                                                                                                            DONAR VIDA

IMG 20210804 WA0007Hace 10 años, en esa institución asistencial, funciona el banco de leche humana, que brinda el servicio a ingresados en la sala de Neonatología del “Guevara” y en el pediátrico Mártires de Las Tunas. La madre sana hace la donación y el producto pasa por un proceso de recolección, selección, clasificación, procesamiento, control de la calidad y almacenaje para su posterior distribución siempre bajo prescripción médica.

Por diferentes razones hay madres que no pueden dar el pecho a sus hijos; algunas padecen enfermedades o han sido sometidas a operaciones. Allí se les ofrece el vital alimento para que no acudan a otras alternativas.

En este 2021 han sido asistidas en el BLH dos mil 121 madres y se han recolectado 818 frascos de leche, incluyendo la obtenida en los otros siete municipios con destaque en Manatí y Jobabo. Una vez egresadas del centro se han mantenido como donadoras 77 mujeres y han sido favorecidos 668 infantes.

Meivis Reyes es una de esas altruistas que también ofrece vida a otros recién nacidos. Agradece la entrega del personal que allí labora y exhorta a otras a acudir para donar el producto. “Aquí nos orientan -dice- y enseñan sobre este proceso, desde el necesario masaje en los senos hasta de la importancia de llevar una adecuada alimentación”.    

                                                                                                     MÁS PROTEGIDAS, PERO SIN DESCUIDAR LA LACTANCIA

En la vacunación masiva con Abdala se prioriza a las mujeres que amamantan a sus bebés; una posibilidad que llena de esperanza a las progenitoras. Así escribió una de ellas, Zoila Pérez Navarro, en su muro de Facebook:

“Por primera vez me le escapo a Mar por más de unos segundos (…) Venía temblando por la calle. Pero hoy empieza mi camino hacia la inmunidad. Y espero el de Mar. La cura para el temblor es que Mar está a solo un par de cuadras con su papi y su tía Tatica que añoraba ese encargo, y que tiene a su disposición tres onzas de leche materna que le dejé. La cura es sentir que avanza la vacunación masiva en las provincias como esta y saber que ya llega a las que gestan o lactan.  Por eso la presión me da perfecta y el pinchazo no me duele. Por eso sonrío debajo del nasobuco doble (…)”.

Si bien la inmunización protege y llena de esperanzas, no es aconsejable quitar al bebé la leche materna, pues lo pone en una posición desventajosa frente a la Covid-19 y otras enfermedades como el asma, inflamatorias crónicas del intestino, diabetes mellitus tipo I y algunos tipos de cáncer, insiste Bas Ávalo.

 “Realmente no existe un registro que nos permita saber cuántas madres continúan la lactancia, una vez que egresan. Sin embargo, desde mi percepción y por el criterio de otros colegas de las áreas de Salud, cada día son más las madres que lo hacen. Tratamos de sumarlas para que sigan durante esos primeros meses, de manera exclusiva, y luego complementaria hasta los dos años y más”.

Llegar a esa meta es el deseo de Meivis, de Zoila, de la mamá de Vanesa, y de tantas otras que no renuncian a las bondades de la leche humana. Ellas saben que cada sorbo también lleva vida.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar