radelis martinez y roberto acosta centro de desarrollo de novillas la Jatia UBPC Waldemar Membrado foto migueldn

Las Tunas.- La Jatía es una unidad de desarrollo de novillas, rodeada de potreros ricos en reses y pastos verdes que le dan la bienvenida al visitante. Está aledaña al barrio La Jibarera, cercana a Yariguá, y pertenece a la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Waldemar Membrado, en el municipio de Las Tunas.

Está compuesta por una vaquería modesta y sencilla, pero pulcra, bien cuidada, que muestra el empeño de una mujer de nombre Radelis Martínez Jiménez. Ella es la jefa de la unidad, donde además trabajan dos guardias y el ordeñador Roberto Acosta Rodríguez, quien en lo personal es su esposo desde hace 14 años.

radelis martinez y roberto acosta centro de desarrollo de novillas la Jatia UBPC Waldemar Membrado2 foto migueldn"Esto es un lugar de familia. Somos cuatro, pero empujamos parejo en todos los quehaceres de cada día", dice Radelis mientras ayuda a Roberto con un ternero pequeño, pues él ordeña a su madre recentina que faja cuando le tocan a su hijo.

"A nosotros nos gusta lo que hacemos y luchamos por salir adelante. Tenemos 194 cabezas de ganado, entre novillas, vacas y terneros, y como usted ve los potreros dan gusto, limpios y con buenas condiciones para el pasto. Además contamos con cultivos varios y áreas sembradas de comida para los animales". 

Radelis sale del área de ordeño y Roberto termina con el cubo casi lleno de leche.

Se mantiene atento a la madre del ternero que, aun amarrada por las patas traseras, no quita la mirada de su hijo. Cuando la suelta corre hasta donde está su pequeño y muge, como una manera de expresar sus sentimientos.

El matrimonio vive en la propia unidad, en un local adaptado, con una salita pequeña, pero bien acogedora, con cuadros de los cuatro hijos adornando las paredes. En la cocinita, Radelis cuela café, amargo y fuerte que degustan los visitantes, sentados en la parte de atrás de la casa, en lo que antes era un área de ordeño.roberto acosta centro de desarrollo de novillas la Jatia UBPC Waldemar Membrado foto migueldn

"Creo que es bueno estar casados y trabajar en el mismo lugar porque tenemos intereses similares y luchamos juntos. Además, Roberto con su experiencia me ayuda mucho y, aunque yo sea la jefa, lo importante es que todos estamos por lo mismo; aquí no hay que estar mandando a nadie", expresa Radelis, mientras mira a su esposo, sentado a su lado.

Roberto apenas habla. Lo de él es el trabajo, y ahora mismo está pensando que tiene que ir a darle una vuelta al maíz y a la siembra de boniato.

"Lo mío es el campo, ordeñar, trabajar, en eso de hablar no me va bien. Radelis lo explica todo, ella es conversadora. Lo que puedo decirle es que nos va muy bien, desde que nos conocimos. Y en el trabajo somos uno solo y por eso la unidad avanza". 

La Jatía es un lugar solitario, apacible. El silencio del campo solo es cortado por el mugir de las reses más cercanas, el canto de los pájaros y el viento que, a ratos, revuelve alguna parte de la unidad, una de las mejores de la UBPC y referente en la ganadería de la zona, porque allí las novillas que llegan crecen sanas hasta convertirse en vacas, después de los 3 años de edad y del segundo parto.

Y en todos estos resultados los grandes protagonistas son Radelis y Roberto, que con su empuje cada día logran indicadores superiores en su gestión.

 

 

 

 

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