ciudad13

Las Tunas.- Cual postal urbana que ofrece el saludo a visitantes y lugareños, el ecléctico edificio azul matiza la fachada arquitectónica del Balcón del Oriente Cubano.

Aunque hoy lleva con regocijo la designación de museo provincial Vicente García González, durante más de un siglo, su estructura fungió como escenario de disímiles funciones sociales; resguarda con celo pasajes de lo más autóctono de Las Tunas.

Situado en la calle Francisco Varona, a un lado del emblemático parque Vicente García y de cara a la Carretera Central que da paso al oriente de Cuba, el inmueble construido en 1921 se levantó sobre los cimientos del Cuartel de Telégrafos y hasta 1959 sirvió de locación al Ayuntamiento o Palacio Municipal, fecha que condujo a una metamorfosis de su objeto social, con el triunfo de la Revolución Cubana.

Así, el símbolo indisoluble de la identidad tunera pasaría a ser sede del Comisionado Revolucionario, de la Jucei (Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección), del Poder Local, del preuniversitario Luis Urquiza Jorge y de la Filial Universitaria, hasta convertirse en institución patrimonial, de la mano de la Dirección Provincial de Cultura a partir de 1980.

Desde julio de 1984, para beneplácito de los hijos de esta tierra, el edificio se bautizó como lo que es hoy y protege no solo pertenencias del bravo mambí tunero, sino que también sus salas exhiben la historia de la urbe contada desde las versátiles aristas.

Con unas siete salas de exposición permanente y otra de manera transitoria, el museo hace gala de la historia natural, el deporte, la ciencia, la historia y el patrimonio, incluso del tiempo, con el tic tac que marca los derroteros de la tranquila demarcación a través de una prestigiosa colección de relojes.

En vela de tesoros únicos de una valía extraordinaria, la casa custodia la pluma de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo -El Cucalambé-, el Escudo de la Ciudad, una imprenta colonial, documentos y varios artefactos utilizados por los criollos en las luchas por la liberación nacional.

Resulta inevitable al hablar de Las Tunas no hacer referencia a la más icónica y representativa de sus construcciones, esa que ya forma parte ineludible de los contrastes pintorescos de la joven urbe. El Museo Provincial es memoria viva de los tuneros, leyenda tangible de una majestuosidad que conmueve a sus visitantes en cada encuentro.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar