Las Tunas.- Hay en el municipio de Majibacoa una comunidad llamada Blanca Rosa, donde la vida ha cambiado y el lugar ha dejado de ser frío, gris y aburrido gracias al empuje del Proyecto de Dinamización Sociocultural y Productiva, liderado por el Centro de Gestión para el Desarrollo Local y el Centro de Intercambio y Referencia-Iniciativa Comunitaria (Cieric) de la región oriental, que comenzó a revolucionar el poblado.
Ahora los días de "Blanca Rosa" tienen un tono más alegre y la esperanza se multiplica porque la comunidad es distinta; las mujeres, campesinas y amas de casa, han dejado las ataduras y se muestran diferentes, con una manera de expresarse y de hacer que nada tiene que ver con tiempos atrás, pues ven la vida de otra forma.
En un modesto taller de costura y manualidades los pequeños sueños de unas 15 féminas se cumplen cada día. Ellas tienen la alegría reflejada en sus rostros, y sus manos, ágiles y seguras, conforman sus producciones, que son muy aceptadas en el poblado.
Omiris Torres Salas es una de las integrantes del Proyecto Mujeres de Blanca Rosa, en ese mismo taller siente cómo la invade el regocijo.
"Yo me veo diferente. He salido del rol de mi familia, porque esto es algo que te enseña, te nutre de muchas cosas lindas. Las mujeres de aquí nos dedicábamos a las labores del hogar, siempre atareadas en los quehaceres de la casa, y el Proyecto llegó para quedarse, para que nosotras seamos más felices, porque éramos violentadas en el hogar. Esto me ha dado libertad plena en todos los sentidos, tengo mi entrada económica, salgo a la calle, que nunca lo hacía, y ahora somos mujeres empoderadas".
Otra de las costureras integrantes del taller es Danaysi Alarcón Pérez, quien se emociona cuando habla del cambio que ha tenido su vida.
“Este Proyecto me ha ayudado muchísimo porque he compartido con muchas mujeres con problemas como los míos, con esposos campesinos, que por su ignorancia nos maltrataban. Aquí hemos logrado que la mujer rural tenga un valor, más autoestima, aprenda a quererse, a valorarse, a que sí puede hacer algo para la sociedad; esto ha sido una bendición".
El proyecto de desarrollo local de formación, creatividad e innovación para el empoderamiento femenino, Mujeres de Blanca Rosa, ha sido el remanso de varias féminas de esa comunidad que hoy se sienten útiles y felices porque han encontrado el tiempo perdido.