viviendas amenazadas sube marLasTunas 2020

Las Tunas.- El ordenamiento territorial de poblados costeros, de esta provincia del oriente cubano, se adecua a la elevación acelerada del nivel del mar como resultado del cambio climático que obligará a la reubicación de por lo menos 480 viviendas en dichas zonas en el mediano y largo plazo.

Especialistas de la Dirección Provincial de Planificación Física explicaron que, de acuerdo con las investigaciones hechas por un equipo de expertos de la propia institución y el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma), el ritmo de ascenso del mar se ha acelerado de manera que en el 2050 subirá 0,29 metros y en el 2100, 0,95 metros. Las estimaciones anteriores preveían que a mediados de este siglo subiría 0,27 metros y al finalizar la centuria 0,85 metros.

Eso obligó a Planificación Física a actualizar sus planes de mitigación y adaptación en lo concerniente a la eventual reubicación de los hogares existentes en la franja costera, afirmó su subdirector para el ordenamiento territorial, Ríder Portelles. “Nuestro objetivo, dijo, es evaluar ese impacto y de acuerdo con esas previsiones identificar las viviendas o instalaciones que quedarían afectadas en ese tiempo y para lo cual sugerimos medidas de adaptación. Dentro de ese estudio se propone su reubicación en las zonas más altas o fuera de ellos”.

Portelles aseguró que si bien las evaluaciones no han concluido es evidente que un mayor ritmo en el ascenso del nivel del mar incrementará la cantidad de inmuebles que se afectarán en las costas tuneras ya sea a mediados o a finales del siglo. Especialmente en los ocho asentamientos que serían más afectados dentro de la provincia: Puerto de Manatí en el municipio de Manatí; La Jíbara, El Socucho, La Boca, las zonas bajas de la ciudad de Puerto Padre, en el municipio de Puerto Padre; Cascarero y La Herradura en el municipio de Jesús Menéndez; así como Guayabal en el sureño municipio de Amancio. “Las nuevas evaluaciones, comentó el experto, ya se hicieron en La Jíbara, La Boca y el Puerto de Manatí”.

“Como parte de la Tarea Vida, precisó, se programa la reubicación de esos inmuebles hacia zonas más altas. Para eso se hace el esquema de reordenamiento del asentamiento como tal y se elabora el plan parcial para esas acciones. En este último tenemos en cuenta la estructura urbana de esa nueva zona, los niveles requeridos de servicios, el resto de la infraestructura de servicios básicos como acueducto, alcantarillado, electricidad”.

De acuerdo con el subdirector para el ordenamiento territorial en Dirección Provincial de Planificación Física de Las Tunas, en estos momentos trabajan de conjunto con los especialistas de la Dirección de la Vivienda para las inversiones que en ese sentido se requerirán tanto a mediano como a largo plazos. Detalló que se ha previsto una distribución sobre todo de los residentes permanentes en las viviendas amenazadas por el mar e incluirlas en el Plan de Estado para la construcción de nuevos hogares, de manera que esas inversiones formen parte de los programas de desarrollo establecidos por los respectivos gobiernos locales.

Paralelamente, insistió, han continuado las acciones de inspección para prevenir nuevas construcciones en estas franjas de protección. Esa vigilancia, acotó, ya posibilitó identificar a varias de estas y tomar las medidas preventivas correspondientes.

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