Las Tunas.- El doctor Aldo Cortés González, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, muestra preocupación ante la excesiva confianza de los tuneros, que ven en la apertura de las fronteras, el próximo 15 de noviembre, el fin de la Covid-19 y lo demuestran al descuidar las medidas sanitarias.
“Realmente, el actual panorama me recuerda la vida antes de la pandemia, cuando las personas recorrían las calles, aunque ahora llevan puesto el nasobuco; unas cuántas de manera incorrecta. Creo que la apertura es necesaria, pero debe asumirse con responsabilidad, porque este virus nos ha impuesto el reto de cumplir un nuevo código, permitiéndonos proteger la salud propia y la de los demás”.
A pesar de que hoy todos los municipios disminuyen el número de casos positivos, Cortés González comentó que no es motivo de satisfacción, pues la provincia es una de las más complicadas del país.
“La provincia dentro del infortunio de tener una de las más altas tasas de incidencia en la nación, pudiéramos decir que muestra un descenso de la cadena de contagio. Cuando comparamos la cantidad de confirmados de los últimos 15 días con igual etapa precedente se observa un descenso, pero no puede llevarnos a la vanagloria ni a confiarnos, porque mientras haya un enfermo habrá riesgo de transmisión”, apuntó.
Una de las principales causas de esta situación es la movilidad de los pobladores que salen de casa sin razones justificadas; “muchas veces a hacer visitas cuando la mejor manera de demostrar los afectos es protegiendo del virus a la familia y amigos, sobre todo, a los más vulnerables”.
Dijo que mientras el mayor porciento de la población no complete el esquema de vacunación existirá el peligro de que las nuevas cepas se desarrollen y provoquen una nueva oleada con consecuencias que ahora mismo no se pueden pronosticar.
El subdirector de Epidemiología refirió que hoy el 90 por ciento de los diagnosticados son contactos intradomiciliarios, pero esa realidad puede cambiar a partir de la apertura de los servicios y la asistencia a los centros laborales. “Tenemos que lograr que las personas no acudan enfermas al trabajo, a la escuela… independientemente de la seguridad que nos brindan las vacunas.
“En todos los municipios, principalmente Colombia, Manatí, Jesús Menéndez y Puerto Padre hay que insistir en la pesquisa bien organizada con el Grupo Comunitario y el Equipo Básico de Salud. No podemos permitir que los enfermos permanezcan en sus casas, pues acortar el tiempo entre los síntomas y la llegada a los centros asistenciales evitará el estado de gravedad y la muerte”, concluyó.
