IMG 29092022 081907 1024 x 1024 píxelLas Tunas.- La más que probable celebración de la 62 Serie Nacional a partir de marzo del 2023 es una de las novedades más jugosas que ha dejado la máxima dirección del béisbol cubano a su paso por todo el oriente del país, en visita de trabajo que revisó la marcha de la estrategia de desarrollo trazada por este deporte.

Prevista inicialmente para el último tramo del próximo año, una fecha que no satisfacía ni a los jugadores ni a la afición, la nueva temporada podría regresar a la primavera, una época del año que no le es desconocida y que coincidiría con los meses en los que echan a andar los grandes circuitos del béisbol en Asia y Estados Unidos.

De acuerdo con Juan Reinaldo Pérez Pardo, presidente de la Federación Cubana, la estructura competitiva prevé que a la par de la Serie Nacional se efectúe el torneo Sub-23, con estos equipos funcionando como sucursales de la escuadra mayor de cada provincia.

Trascendió, además, que el titular entre los 16 conjuntos que animen la Serie representará a Cuba en la novedosa Liga de Campeones, una lid que pretende emular en las competiciones de clubes de fútbol. La idea fue adelantada a principios de año en La Habana por Ricardo Fraccari, presidente de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol.

La segunda Liga Élite llegaría entonces en octubre del 2023, respetando los tiempos de la primera edición, cuyo inicio está previsto para el venidero 8 de octubre en Bayamo, con el choque inaugural entre los elencos de Agricultores (Las Tunas y Granma) y Cafetaleros (Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo). Para cerrar el círculo, el monarca de este torneo selectivo sería el representante del béisbol criollo en la Serie del Caribe.

De la escena internacional, copada casi en su totalidad por el Clásico Mundial del próximo año, se supo que Cuba espera presentar un equipo en el que se incluyan algunos jugadores que no están bajo el amparo de la Federación. Aunque no han salido a la luz los posibles nombres, el directivo de la pelota antillana adelantó que no se pretende una convocatoria masiva, sino reforzar las posiciones que determine el colectivo técnico.

Al mismo tiempo, se refrendó la posición de exigir el cumplimiento de ciertos requisitos para integrar el conjunto, entre ellos no haber abandonado delegaciones en el exterior y haber mantenido una posición de respeto hacia el béisbol cubano y el país.

De regreso al plano nacional, se abogó por el rescate de las series provinciales y de los torneos de clubes campeones, dos competencias que durante muchos años llenaron los estadios de toda la Isla. Igualmente se estableció la obligación de que cada municipio cuente con una instalación principal en las mejores condiciones posibles, acompañada de un parque beisbolero para categorías menores (beisbolito) que asegure diariamente la práctica de niños y niñas.

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