Las Tunas.- La atención a los daños a la propiedad es una de las tareas fundamentales del Departamento Comercial de la Empresa Eléctrica en Las Tunas, una labor ardua y que se enfrenta a no pocos dilemas.
Se trata de perjuicios ocasionados por una avería o interrupción relacionada con las prestaciones de la empresa. Cuando sucede y existe una falta de servicio, el procedimiento es reportarlo al 18888 y los operarios de guardia deben ir a solucionar la avería; una vez restablecida la electricidad, se comprueba si provocó algún menoscabo, lo definen y a partir de ahí se hace la reclamación.
"En caso de que la ruptura en el hogar esté dada por un alto voltaje de corriente, si se determina que es responsabilidad nuestra, tenemos el deber de arreglar o reponer el equipo, o indemnizar al usuario", asegura Carlos Rafael Arias Sobrino, director de la Empresa Eléctrica en el territorio.
"Hoy la vía más rápida, pero quizás menos económica desde el punto de vista empresarial, es una transferencia en divisas porque estos artículos donde único se pueden adquirir en la actualidad es en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC).
"Luego de confeccionado el expediente se aprueba en el Consejo de la Administración de la entidad, se lleva a la Unión Eléctrica y atendiendo a la disponibilidad de divisas indemnizamos a través de una transferencia que se realiza directamente a una tarjeta bancaria en MLC. Ese es el proceso".
Nos encontramos ante un tema sensible y que se analiza diariamente en la institución, entre otras razones porque existen usuarios que conocen este mecanismo y reportan problemas que realmente los equipos no sufrieron, y en ocasiones hasta se encontraban fuera de funcionamiento hace rato.
"Para decretar que la afectación depende de nosotros existe una comisión que acude al cliente y examina la situación", refiere Roberto Conesa García, director comercial en Las Tunas.
Un panorama singular se presentó con las cocinas de inducción, "hubo un lote de la fábrica Gelect que a la hora de ensamblar tuvo fallo. Al tener un falso contacto en uno de sus filtros provocaba alteraciones en los armónicos del servicio y dañaba al resto de los equipos. Este problema fue tratado directamente con los fabricantes, quienes se dispusieron a corregir el defecto.
"Por nuestra parte quedó en ese momento identificar cuáles eran las interrupciones provocadas por las cocinas y reportarlas a los fabricantes, ellos se dieron a la tarea de venir a las viviendas, revisar y reparar el electrodoméstico".
Con la adopción de esta medida las cocinas de inducción que se fabrican hoy no cargan con esa dificultad. Puede que quede alguna en determinada vivienda y esto continúe sucediendo, pero la entidad hizo una revisión minuciosa.
Hay que tener en cuenta que no siempre que se daña un equipo es por problemas eléctricos. De ahí el llamado a la población a conocer cuáles son los inconvenientes reales de sus electrodomésticos, para no acudir a técnicas abusivas.
Asimismo, una vez definida la culpa institucional, le corresponde a la empresa actuar con prontitud y profesionalismo.
