banco plaza caleLa mayoría de los bancos de la plaza Calé han sido destruidos varias veces. Servicios Comunales los ha repuesto y vuelven a destruirlos.

Las Tunas.- El cumplimiento de las normas de convivencia define la organización y el buen desempeño de una sociedad, por cuanto es el resultado de la formación ciudadana de niños, adolescentes y jóvenes, desde la familia y la escuela, y sobre el sustento del civismo y la decencia.

Si nos apegamos a este concepto, entonces la ciudad de Las Tunas tiene grandes deudas, porque son muchos los hechos que demuestran la falta de honradez y rectitud que conducen a cometer actos delictivos, ilícitos o moralmente reprobables.

Hay disímiles deberes ciudadanos que se incumplen en esta urbe del oriente cubano. Mucho desdén hacia la propiedad colectiva, hacia las personas. ¿Y por qué -podríamos preguntarnos- si hoy la familia se ha desarrollado para bien y la escuela constituye una institución que lucha por el apego a las normas de convivencia?

"Es un problema de formación que atenta contra el comportamiento social y personal", dice Juan Antonio, mientras señala con tristeza uno de los bancos de la emblemática Plaza Calé, cercenado intencionalmente. "Pero fíjese, no es solo este, son casi todos los bancos que han sido destruidos. Y no creo que haya sido para emplear esos materiales en otra cosa, no, en mi opinión, responde a la malsana intención de destruir la propiedad social". 

En efecto, son muchas las veces que esos bancos se han reparado y se han vuelto a destruir, como si a alguien le molestara ese parque, que es como un símbolo de esta ciudad desde hace décadas.

"Ese tipo de acto responde a que no tenemos conciencia del cuidado de la propiedad social -asegura Vicente. Y a veces lo justificamos con las carencias, ante la necesidad de adquirir determinados bienes al servicio de la sociedad, aunque, incluso, se haga a través del hurto. Asimismo, está el mal uso o la falta de cuidado en los espacios públicos, y hablo, por ejemplo, de las luminarias que se llevan, de un pedazo de mármol para hacer un picador de especias y carne. Hay muchos sitios lacerados". 

Julián va mucho más allá. Señala cómo hay personas que conocen a alguien que hurta algún bien común y hasta lo defiende. Aquí todo el mundo "lucha", y en una panadería, por ejemplo, se hurta la harina, el aceite, y se vende en el mismo vecindario. Es delito, pero también es una falta de civismo tanto del que comete el hecho como del que lo acepta.

La higiene de la ciudad es señalada por Esnilda. "Hay muchas situaciones que tienen su esencia en la falta de medios para recoger la basura por parte de Servicios Comunales, pero, ¿por qué las personas arrojan basura fuera de los lugares establecidos, incluso, estando los depósitos allí mismo? ¿Y la Plaza Cultural que es un baño público en sus alrededores? ¿Y el maltrato al transporte colectivo?". 

LAS AGRESIONES AL HOSPITAL GUEVARA

Para el doctor Carlos Rafael Pérez Santiesteban, vicedirector clínico-quirúrgico del Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna, las indisciplinas sociales son uno de los mayores problemas que enfrenta ese centro asistencial, por el que transitan más de siete mil personas todos los días, lo que muestra lo difícil que es el control.

"Aquí hay mucho descuido con la limpieza, por ejemplo, tanto en los pasillos como en las salas. Se maltratan las camillas, las sillas de rueda, los colchones no son protegidos, se ingieren alimentos encima de las camas, le derraman líquidos, no se cuida el mobiliario; recientemente se ubicaron balances de suiza para los acompañantes y pacientes y en unos cuatro meses ya se han tenido que retirar varios, les han quitado la suiza y los han roto.

"Se han robado los tubos de lámparas, la tornillería de los cristales de los ventanales y los propios cristales; hay individuos que rompen los interruptores y los tomacorrientes y en ocasiones se los han llevado; los desechos de alimentos los vierten en los alrededores de las salas, baños, pasillos y aleros; no se cuidan las paredes, escriben en ellas y les pasan las manos con grasa, lo que daña la pintura".

puente feriaAsí quedó el puente de la calle Colón que conduce a la parte de atrás del parque 26 de julio. Gente inescrupulosa se ha llevado casi todas las barandas.

 DE PUENTES Y CERCAS PERIMETRALES

Juan José Ramírez transitaba en su bicicleta por la calle Colón hacia el parque 26 de Julio, en la parte de atrás, y una de las ruedas cayó en las rendijas del piso. Casi cae al vacío por la falta de baranda de la pasadera, porque alguien la sustrajo. "Es increíble que esos tubos tan gruesos los hayan picado para llevárselos. Y fíjese que en esta parte falta casi completamente la baranda. Nunca había visto cosa igual". 

Las cercas perimetrales constituyen uno de los principales objetos de hurto. Así, la del aeropuerto Hermanos Ameijeiras la han destruido por tramos para llevarse los alambres. Mientras, la del área deportiva aledaña al seminternado Jesús Argüelles ya casi no existe, y el lugar se ha convertido en un gran potrero. Igualmente sucede con el centro escolar Juan Ramón Ochoa, del reparto La Victoria, cuya cerca también se han llevado a pedazos, por solo citar algunas.

Otros actos que denotan la falta de civismo, comunes en esta ciudad, son la cantidad de botellas que se rompen en las calles, principalmente los fines de semana; lanzar papeles y otros desechos en la vía; no darle el asiento a un anciano, a una mujer o una embarazada en un ómnibus; no asistir a una persona ciega al cruzar la calle…

cerca perimetral.arguellesLa cerca perimetral del área deportiva aledaña al centro escolar Jesús Argüelles prácticamente no existe porque la han destruido.

                  ¿Y LOS VALORES QUÉ? 

Los valores cívicos son aquellos que una sociedad considera deseables y positivos, y son transmitidos de generación en generación. También fomentan la armonía, la paz y la cordialidad entre los ciudadanos.

Entre esos valores están la solidaridad, la responsabilidad, el respeto, la justicia, la cooperación, la honestidad, la sinceridad, la cortesía, la autonomía y la tolerancia.

Entonces, a la educación cívica hay que cultivarla y nutrirla desde la familia y la escuela, pero debe exigirse también por parte de las instituciones y el poblador más común. Cualquier eslabón flojo en esa vigilancia herirá sin remedio la sana convivencia.

4. Cerca perimetral del aeropuerto Hermanos Ameijeiras foto migueldnUna instalación tan importante como el aeropuerto prácticamente ya no cuenta con la cerca que protege a ese lugar.

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