Las Tunas.- Transformar las comunidades desde dentro tiene, indudablemente, un importante componente cultural. Es evidente que no siempre los involucrados directamente en estos procesos de cambio posean un conocimiento a fondo del dilema que ronda los espacios y los múltiples factores que condicionan determinadas conductas y actitudes.
Por eso, se ha recibido con redoblado apoyo en Las Tunas la realización, desde el miércoles y hasta este viernes, del Foro de Pensamiento: Racialidad y Género; cita que alimenta pretensiones de volverse anual en esta región del país, como fruto de la alianza entre el Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (Cieric), la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y la Fundación Nicolás Guillén.
La idea central del encuentro estuvo en el diálogo, y busca compartir saberes y herramientas en los sitios de acción priorizando el intercambio con los decisores a nivel local, porque es allí, en esa vorágine de esencias donde verdaderamente se forma el hombre y la mujer del mañana y, a partir de ellos, el futuro de la sociedad. Por eso, la capacitación de directivos, delegados del Poder Popular y activistas de proyectos comunitarios para un quehacer con pertinencia en las áreas en las que desarrollan su labor resulta vital.
Aquí concurren, por estos días, académicos de distintas partes del país muy versados en estos temas y debatieron sobre aristas como el Programa de Adelanto a la Mujer, la actualización del nacional contra el racismo y la discriminación en la provincia.
El Cieric ha socializado su amplia experiencia en asuntos de cultura popular, trabajo sociocultural comunitario, sinergia, participación ciudadana, al tiempo que se han detallado situaciones concretas de cuánto la racialidad y sus marcas perduran en la cultura social y el entramado de relaciones que genera.
