Las Tunas.- Elevar el índice boscoso de Las Tunas es asunto serio; y en ese empeño trabajan, para bien, muchas y valiosas personas.
Entre ellas Mercedes Surís Cruz, quien desde hace 26 años es la jefa del vivero Camilo Torres, del municipio de Puerto Padre, y lo ha visto crecer y convertirse en un referente por estas tierras en múltiples aspectos.
"Un día nos dijeron que íbamos a comenzar a producir posturas en el Proyecto Ecovalor, que estaba dando sus primeros pasos acá, y arrancamos, sin miedo y con mucho empeño.
"Primero tuvimos un vivero tradicional, de bolsa, y poco a poco hemos ido mejorando. De la mano del Proyecto Ecovalor llegó una tecnología que permite sustituir las bolsas por envases de plástico, que son mucho más funcionales para estos menesteres y también un regadío; con eso nuestras posturas ganan en calidad".
Mercedes asegura que dirigir nunca ha sido lo más difícil porque, además de que cuenta con el apoyo incondicional de su esposo y su hijo, que saben que ella dedica a ese sitio entrañable, cercano a su casa, la mayor parte del tiempo y eso la hace feliz, cuenta con un grupo de trabajo muy especial.
"Son mujeres las que están involucradas en las labores de plantación de forma directa, y tienen una constancia y responsabilidad que enorgullece. Ellas materializan todo el proceso. Desde echar la tierra en un tubete hasta llevar la postura a la plantación; de ahí se empaca, se cargan y se hacen todas las otras labores que son necesarias".
Mercedes ha crecido mucho. Y sabe que el Proyecto Ecovalor tiene que ver en ese camino. Reciben semillas ahora de alta calidad, certificadas, lo que es un beneficio notable; también se han hecho constantes las capacitaciones y el conocimiento del apasionante entorno de las posturas y su desarrollo.
"A veces -dice- visito los bosques cercanos y veo cortar un bolo de madera para hacer una mesa, o una casa, y siento una satisfacción inmensa porque sé que el esfuerzo está ahí, en la naturaleza; y nos da vida".
