Las Tunas.- El propósito de hacer de Las Tunas la capital de la energía renovable en Cuba también involucra al sector agropecuario, empeñado en impulsar la agricultura y la ganadería mediante el aprovechamiento de las bondades de la naturaleza y el ahorro de combustibles fósiles.
La provincia cuenta con poco más de mil molinos de viento, de los cuales están activos 964 y, según autoridades de la Delegación del Ministerio de la Agricultura, el resto se encuentra interrupto por dificultades en las máquinas, las tuberías u otros accesorios.
También se reporta la existencia de 71 paneles solares, de los cuales 64 están instalados en empresas del sistema. Los demás se ubican en unidades productoras y llegaron al territorio tunero gracias a diferentes proyectos de colaboración internacional.
El uso de ambas tecnologías protege el medio ambiente, favorece el bombeo de agua para el riego de cultivos que requieren mucha humedad y garantiza el líquido que demanda el ganado mayor, especialmente durante los meses más secos de cada año.
Aunque son pocos, existen buenos ejemplos del uso del estiércol del ganado vacuno y porcino para la generación de biogás, lo que se emplea en la preparación de los alimentos de las personas y en el funcionamiento de algunos equipos electrodomésticos.
Sobresalen la finca El Esfuerzo, del municipio de Jesús Menéndez, y otros espacios de Manatí, pero hay potencialidades para incrementar los biodigestores porque pueden construirse con pocos recursos y la materia prima que usan está en los propios lugares.
Un paso adelante en el empeño de aprovechar la energía renovable dieron la Unidad Científica Técnica de Base Pastos y Forrajes con su polígono y la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco, con la instalación de paneles solares fotovoltaicos en la fábrica Enrique Casals Villarreal, de esta ciudad.
