Las Tunas.- Con un acto solemne en la Universidad de Ciencias Médicas, autoridades del Partido, el Gobierno y la comunidad estudiantil tunera rindieron homenaje a los ocho estudiantes de Medicina fusilados en 1871, uno de los episodios más dolorosos y simbólicos de la historia nacional.
La ceremonia recordó a quienes, en plena adolescencia, fueron víctimas de un proceso amañado marcado por la injusticia del régimen colonial. Sus muertes, aquel 27 de noviembre, permanecen como una herida abierta y, a la vez, como un faro ético para las nuevas generaciones.
Durante la conmemoración, se destacó que aquellos jóvenes, apasionados por la Medicina y comprometidos con la justicia y la dignidad humana, no pudieron ejercer la profesión que escogieron, pero dejaron un legado que ha trascendido más allá de su tiempo. Su sacrificio, se subrayó, reafirma que la moral médica no se limita al consultorio, sino que implica defender la vida y los derechos humanos bajo cualquier circunstancia.
En el acto intervino el vicepresidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Óscar Dariel González Campos, quien convocó a sus compañeros a mantener la coherencia moral, el pensamiento crítico y el compromiso con el conocimiento: “Ellos representan la luz de una juventud inquieta y responsable, que incluso en medio de la adversidad se mantuvo firme ante la dignidad”, afirmó.
El dirigente estudiantil recordó que la fecha constituye un llamado a actuar con valentía, compasión y firmeza en defensa de la vida y la dignidad humana, valores que, aseguró, guían el actuar de los futuros profesionales de la Salud formados en Las Tunas.
