Chaparra, Las Tunas.- Ante el llamado de las autoridades políticas y gubernamentales cubanas de producir más alimentos, una familia del asentamiento rural de Las Tapas, en el municipio de Jesús Menéndez, decidió entregar su esfuerzo y voluntad para contribuir a la nutrición de sus vecinos.
Es una iniciativa que comienza por estos días en la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Oscar Lucero, y aunque falta mucho para ser una minindustria propiamente dicha, ya se aprecian los resultados, tanto para la comunidad como para la economía de la usufructuaria Lisette Fernández Pérez, y su esposo.
Ellos emplean parte de sus producciones, y otras de la CCS para elaborar alimentos, incluido el muy codiciado ajiaco criollo.
"Hacemos caldosa y tiene buena aceptación no solo en la comunidad nuestra. También la vienen a buscar de La Torcaza, Pozo Blanco y El Trompo. La situación está difícil y por la enfermedad de la Covid-19 no se puede salir a comprar alimentos; entonces, encuentran la solución aquí.
"Elaboramos croquetas de yuca con carne, pan, cebolla, tomate seco y otros ingredientes y quedan muy buenas. Otra línea es el pan patato, que se hace con yuca, boniato, coco y miel.
"Hemos hecho jugos naturales, que son muy sabrosos. Pero, ahora mismo no los producimos por falta de chapas para cerrar las botellas. Creo que cuando pase esta situación podremos hacer otras cosas, incursionar en más productos. Realmente queremos ayudar a solucionar el problema de la alimentación.
"Da mucho trabajo. Todo se hace con leña y eso genera calor; además, es una labor manual. A veces estoy muy agotada, pues me paso el día entero de pie. Es difícil, pero vale la pena porque ayudamos a todo el mundo.
"La familia hizo un compromiso, dimos el paso al frente y lo hacemos con satisfacción".
Las producciones de Lisette y su esposo se venden a precios módicos. Esa es la vía que encontró esta familia del norte de la provincia de Las Tunas para cumplir con Cuba y con sus vecinos. Enhorabuena a la iniciativa.
