Las Tunas.- A pocos días de celebrarse el Día del Campesino cubano, el próximo 17 de Mayo, esta CPA fue merecedora de la Condición de Vanguardia Nacional y Bandera de Honor Niceto Pérez. Sus resultados avalan tan significativos reconocimientos.
Justo en la localidad de Becerra, ubicada en el municipio capital, la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Calixto Sarduy, se erige por encima de cualquier dificultad. Solo es necesario acercarse a esos predios para notar que allí, quienes derrochan sacrificio, sudor y alma, tienen un sentido de pertenencia que le corre por las venas.
Suelos pocos fértiles y de baja productividad caracterizaban estos parajes, pero lejos de ser obstáculo se convirtió en reto y numerosas fueron las acciones en las que se imbricaron para obtener tales propósitos. “La tarea no fue fácil, incluso, tampoco lo es hoy cuando en materia de conservación de suelo hemos avanzado mucho -comenta a 26 Reydenis González Céspedes, presidente de la cooperativa-, sin embargo, ninguno de nosotros se da por vencido”. 
El uso eficiente de la tierra, la aplicación de numerosas técnicas agrícolas y otros proyectos a favor de la naturaleza que hoy se gestan en esta unidad productiva, marcan el día a día. Ahora les quita el sueño la construcción de una fábrica para producir el biofertilizante Ecomic, producto que sustituye los fertilizantes químicos, fundamentalmente el NPK.Según informa el ingeniero agrónomo Rafael Antonio García Ramayo, asociado a la entidad, “resulta muy viable, pues es completamente natural y su elaboración no requiere de componentes de difícil acceso”.
Segunda planta de su tipo que se construye en Cuba, hasta el momento proyectan que obtenga cerca de 20 toneladas cada año. No obstante, intereses locales analizan la ampliación del recinto, con lo cual puede generar tres toneladas más.
En ese sentido, Reydenis explica que “el movimiento agroecológico funciona de manera eficiente, pues estamos inmersos en el polígono de suelos donde ya tenemos varias hectáreas tratadas con métodos novedosos y hemos conseguido elevados rendimientos productivos y económicos. No dejamos de utilizar la materia orgánica, el humus de lombriz y las barreras, entre otras alternativas”.
En el huerto organizado en el área de la cooperativa también han puesto sus esperanzas. “Con la implementación de dichas técnicas en las 0,75 hectáreas de los canteros de hortalizas notamos las ventajas a la legua”, refiere Juan Cabrales Rodríguez, jefe del área destinada a ese vergel.
“Tenemos zanahoria, pepino, calabaza, lechuga, melón y remolacha. Los ejemplares de esta última han alcanzado hasta dos libras y es, precisamente, por aplicar la ciencia”, asevera Cabrales Rodríguez.
SIN FISURAS EN LA ENTREGA
“A pesar de la sequía, cumplimos todos los compromisos productivos -enfatiza González Céspedes-. En la ganadería tenemos un plan de carne de 60 toneladas y 230 mil litros de leche, y para paliar este período seco nos enfocamos en la siembra de pastos y forrajes”.
En los cultivos varios hay avance. Más de 72 hectáreas se dedican a ese fin y trabajan ya en otras 30 para alcanzar las parcelas que respondan al autoabastecimiento. Sus planes agrícolas esperan superar en el año las 440 toneladas.
“La minindustria tampoco se detiene -interviene en el diálogo con 26 Elio Piñeiro Hidalgo, vicepresidente de la CPA-. Estamos procesando la pulpa de tamarindo, con marcada aceptación en la comunidad; hacemos puré de tomate, lo que en menor escala, y lo mejor de todo es el horno que tenemos listo para producir más alimentos.
“En este equipo pudiéramos elaborar tres mil paniqueques con harina de yuca, pero ha sido imposible acceder al pequeño porciento de harina de trigo que lleva la fórmula. Quisiéramos que, al igual que a los trabajadores por cuenta propia, nos dieran la posibilidad de comprarla. Con eso sí que aumentarían las producciones”, aseguró.
RESULTADOS QUE ATRAPAN
“Todos los días son más los que desean laborar en esta cooperativa”, afirma jubiloso Reydenis. “Las personas de la comunidad se dan cuenta de que nuestro sacrificio no es en vano, porque ven los resultados en la producción y en nuestra economía, lo cual hace posible que ellos se entusiasmen a la hora de trabajar y sean más los que quieran pertenecer a esta base productiva”.
“La junta directiva en el rescate de valores ha tenido frutos -confirma el presidente de la CPA-. Hoy se demuestra con los logros, pues todos los años somos rentables, a pesar de la situación climatológica nuestras producciones aumentan, y ello tiene que ver con la organización del trabajo, ese es el papel de la junta”.
Un cúmulo de faenas acompañan de manera sostenida a estos anapistas. Patentizar con resultados, sin mirar de qué lado se vive mejor, es su muestra de agradecimiento a la Revolución y, con seguridad, su carta de triunfo para responderle al pueblo.
