Las Tunas.- Cada mañana el sol, tu alarma o despertador lo confirman. Abres los ojos y repites mentalmente lo dicho por el eterno Gabriel García Márquez: "Ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días", aunque hoy no es un día como otro. ¡Hoy es tu Día! Y como dicen por ahí: el cuerpo lo sabe.
Gajes del oficio en muchas ocasiones te impiden mimarte lo que deberías frente a un espejo, pero has decidido que esta vez la cita pendiente lo amerita. Así, con un trago de café en el estómago, costumbre del cubano, pero el bolso lleno de herramientas para ejercer tu trabajo -qué digo trabajo, pasión- sales a la calle y te diriges a compartir la alegría de celebrar el Día de la Prensa Cubana con los que junto a ti la ejercen, tus colegas, compañeros, hermanos y hermanas de profesión y vida.
Radio Victoria es la elegida para reunir a los voceros del pueblo tunero. Es gratificante encontrar a tantos rostros conocidos, desde los que en antaño llamaste profes, y por costumbre continúas haciéndolo, hasta los funcionarios del Partido y del Gobierno que en el presente respaldan las buenas ideas.
El acto conmemorativo inicia y a la par, la piel se eriza cuando la voz y la guitarra del trovador emiten una armoniosa melodía. Como cada año, la memoria del Apóstol y su obra acompañan la jornada: "Honor a quien honor merece", dijo. Es por ello que también está dedicada a las personas que hicieron posible el periodismo durante más de cuatro décadas de sus vidas.
Entrega de la Distinción Félix Elmusa.Se materializa el otorgamiento de la Distinción Félix Elmusa a periodistas tuneros que se han sacrificado en favor de la verdad y la Revolución; así como los títulos de graduado del Diplomado de Periodismo que auspicia el Instituto Internacional José Martí; y el más esperado por todos el Premio por la Obra de la Vida 
Julio César Pérez Viera.Rosano Zamora Paadín a Julio César Pérez Viera, miembro incansable del gremio. Ulises Espinosa Núñez, le hace entrega del carné que lo acredita miembro de la Asociación Nacional de Combatientes. Enseñanza explícita de que realmente has escogido la profesión más hermosa de todas, que no solo informa sucesos de relevancia de un país o el mundo, sino que defiende desde trincheras de palabras, el ideario de cada ser humano.
Entre agasajos, abrazos, risas y lágrimas de emoción culmina la velada. La euforia te llena de energía, porque sabes que la labor no cesa. Solo por este día te permites no priorizar las tareas pendientes, una buena comida, quizás una cerveza, y es que no ha existido nunca un frente de batalla al que se le tome tanto amor y devoción. ¡Periodista cubano, muchísimas felicidades!
