Las Tunas.- Con el alma henchida de buenos sentimientos, las ideas prestas a la práctica y la alegría del intercambio que provoca toda experiencia reveladora regresó la delegación de Las Tunas del 46 Seminario Nacional Juvenil de Estudios Martianos, con sede en La Habana del 20 al 22 de septiembre.
A este espacio de encuentro, entre quienes estudian y se inspiran en el Héroe Nacional, la comitiva de 12 tuneros llegó con una hoja de ruta bien definida: aprovechar al máximo cada actividad y aprender, aprender y aprender. Fue así con la presentación de los libros Fuego y ala. Esbozo biográfico de José Martí, de la autora Marlén Domínguez, y Lo primero que hay que salvar, una compilación de intervenciones de Fidel Castro Ruz a artistas e intelectuales en los congresos y consejos nacionales de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Esa maravilla, en la que confluye sapiencia, investigación, compromiso y admiración hacia el Apóstol, la vivenciaron también en las palabras de inauguración del doctor Pedro Pablo Rodríguez López, líder del grupo de investigación de la edición crítica de las Obras Completas de José Martí, del Centro de Estudios Martianos, fundador de los seminarios y presidente de honor de esta edición, quien se refirió a la deuda que tenemos en Cuba con el estudio de la labor periodística de Martí en Patria, órgano oficial del Partido Revolucionario Cubano.
Todo lo anterior lo resume, en pocas palabras, Roynel Reyes Ávila, presidente del Movimiento aquí, un joven incombustible, que rebosa satisfacción por los resultados alcanzados: Premio para Leidys Torres Velázquez y un colectivo de autores por Ética martiana de Nuestra América en el perfeccionamiento de la Cuba de hoy, un ensayo que sostiene que "la trascendencia de la ética martiana estriba en que el Maestro representa un vivo ejemplo de consecuencia entre el pensamiento y la acción". Refiere también la mención otorgada por el cuento Un sueño con Fidel, a la pionera del municipio de Jesús Ménendez, Shavely López Infante, quien fue recibida con orgullo por sus compañeros del centro escolar Troadio Bosch y las entregadas, a su vez, a Yennys López Quiñones, instructora de arte y al manatiense Pedro Manuel Ulloa Soto por su serie Héroes, conjunto de obras que, a partir de un calado en hojas de uva caleta, representó la imagen de personalidades de la historia nacional.
Del premio recibido, Leidys Torres Velázquez, además presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios en la Universidad de Ciencias Médicas, comentó en sus redes sociales: "Un honor, un privilegio, una oportunidad para aprender, compartir y seguir profundizando en la obra del Maestro, en el aniversario 50 de la creación de los Seminarios Juveniles de Estudios Martianos.
"Este Seminario Nacional lo recordaré con mucho cariño, no solo por el premio que obtuve, del cual estaré eternamente orgullosa (…), sino también por la familia martiana que construimos los tuneros en especial en esta ocasión de homenaje al Apóstol."
Con ese sentimiento de que "de amar las glorias pasadas, se sacan fuerzas para adquirir las glorias nuevas" los jóvenes martianos de Las Tunas visitaron también el centro Fidel Castro Ruz y el Museo Casa Natal José Martí… y así regresaron a casa, junto a la profesora Perla Quintana Pérez -miembro del jurado del evento-. Ahora esta tropa numerosa, que se distribuye en escuelas, centros científicos, de la producción y los servicios, unidades militares, formas productivas y otros espacios se apresta a una nueva ruta, la que desanda los caminos de la edición 47 del Seminario Nacional, el próximo calendario, cuando el más universal de los cubanos cumplirá 170 años de edad y los jóvenes volverán a hacerlo presente con diario tributo.
