Las Tunas.- Hace meses que Lucas se prepara para llevar a pasear a su hijo Diego el día de su cumpleaños. La fecha en cuestión llegó un sábado y bien temprano, con el beso en la frente, se fueron a la bodega para garantizar una parte del desayuno. El niño percibió unas galletas en el estante y la dependienta las puso en sus manos con un "120.00 pesos". ¿Pero de dónde viene esto?, preguntó el padre. "Son liberadas", masculló la muchacha.
Con las 10 o12 galleticas en el nailon regresaron a casa y horas después estaban listos para su excursión en el pueblo. Los 200.00 pesos del coche asustaron un poco a Lucas. Recordó que Diego quería "comida italiana" y unos amigos le recomendaron Dinos Pizzas, le dijeron: "Son mucho más caras que las particulares, pero las hacen ricas", mas aquel día no había levadura.
Entonces pensó en el restaurante 2007, el más asequible, desde siempre y con un servicio de excelencia. Allá se estrelló contra la Carta. "¿Quieres un bistec de cerdo?", interrogó al infante. Pero el cumpleañero ya había decidido: "Prefiero camarones, chatinos y un refresco de kola".
Además de los mil pesos que se le escurrieron en dos horas, afuera, en uno de los tantos puntos de venta, su niño se aprovisionó de un paquete de galletas María por 700.00 pesos, el refresco deseado a 200.00 y un chupa chupa de 70.00. Allí, escondido entre las confituras, Lucas percibió un pomo de aceite. ¿Está a la venta? Y también lo pusieron en su jabita por otros mil 100 CUP.
Regresaron a casa caminando, el niño haciendo piruetas y él empequeñecido, avergonzado, incapaz de cuadrar los números para salir "ileso" de la celebración. Robaron su atención tantos negocios, tanta oferta de las mismas mercancías de las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) a precios carísimos, tanta indolencia. De su salario del mes quedaba siquiera para seguir visitando la bodega, y eso sin acercarse a las carísimas galletas liberadas.
Lucas es solo uno de los devorados por la vorágine de la ciudad. Y es que en estos días es difícil solventar las necesidades puntuales con un simple salario de respaldo. Confunden un poco los espacios y precios estales y particulares, ¿cuál es cuál?, ¿qué es legal y cuándo se les está yendo la mano?
MÁS QUE NEGOCIOS, NECESIDAD
A la primera ojeada de la tablilla de Las Copas saltan opciones pocos comunes para una heladería: galletas de sal, pasta de maní, refresco concentrado... Las personas allí, postradas ante el mostrador, rememoran que días atrás hicieron una caldosa deliciosa, que competía con la de Kike y Marina.
Evis Álvarez Ávila, director de la ahora unidad empresarial de base (UEB), comenta que desde el día 15 de diciembre no reciben helado, lo que los obliga a ofertar otros productos que sustentan el salario de alrededor de 40 trabajadores.
"Son mercancías adquiridas a través de los trabajadores por cuenta propia (TCP), y prácticamente no obtenemos ninguna ganancia, pero algo tenemos que vender. Aquí ofertamos mayormente jugos naturales, aunque ahora mismo tratamos de comprar todo lo que se pueda vender. Vamos al campo a adquirir frutas, mas los precios se han disparado y en las elaboraciones es donde hay un margen comercial mayor, de hasta un 25 por ciento".
Raymel Espinosa Saborit, director adjunto del Grupo Empresarial de Comercio (GEC) en Las Tunas, asegura a 26 que la compra de productos para venderlos con un margen comercial es un fenómeno que ocurre, un tanto más en la Gastronomía, amparado en el proceso de perfeccionamiento del sector.
"Al convertirse en UEB poseen las facultades de contratar las mercancías con diferentes actores económicos, tanto estatales como no estatales. De ahí viene la formación de precios y su diferenciación. Por supuesto, la meta del proceso es que ejerzan la autogestión, sean capaces de hacer contratos provechosos y vayan directamente a las formas productivas para poder abaratar los costos", enfatiza el directivo.
"No tiene mérito comprar un racimo de plátanos en la esquina, carísimo y sacarles a los tostones rellenos del menú ganancias a toda costa; eso no es lo que busca el perfeccionamiento. Nuestras bodegas, restaurantes y la Gastronomía en general incorporan las ventas de varios productos en aras de generar mejores ingresos, pero la búsqueda de precios más favorables debe ser también una premisa indispensable.
"La formación de los precios minoristas está establecida por la Resolución 329 del Ministerio de Finanzas y Precios. Parte del precio mayorista incluye todos los gastos con un margen de utilidad del 10 por ciento. En el caso de las unidades gastronómicas, al poseer otras características, pueden aplicar hasta un 15 por ciento de margen de utilidad.
"Sabemos que lo más fácil es comprar y revender, pero ese no es el propósito. La política del GEC está dirigida a que las materias primas que obtengan las elaboren, porque la Gastronomía tiene la posibilidad de diversificarse. Por ejemplo, la cerveza, no es lo mismo venderla que elaborar un coctel, una michelada o acompañarla de un plato, y elevar la calidad del servicio y el nivel de utilidades.
"Enfatizo, estas situaciones se nos dan, pero en menor medida, porque las unidades, independientemente de que cuenten con los productos listos para la venta, se ven obligadas a elaborar. Se chequea con rigor qué porciento de los ingresos es de elaborado, cuál de comestibles y cuál es de gastronomía paralela o productos listos para la venta. Y ese análisis se realiza mensual en cada una de nuestras unidades del GEC".
DE LOS PRECIOS Y SU TENDENCIA AL ALZA
Miriam comparte sus anhelos por los días pasados, en los que con mil pesos podía darse el gusto de salir a comer con su esposo e hijo en cualesquiera de los restaurantes de la red estatal, y ahora los costos de estos lugares están bastante emparejados con las opciones privadas.
"Es cierto que los precios se han incrementado y no solo en la red de restaurantes estatales -enfatiza Espinosa Saborit-, pero depende mucho de cómo se están comprando las materias primas en este momento. Hoy los productos que comercializamos, en su mayoría, se buscan de diferentes actores económicos. Cuando tenemos la contratación con el proveedor estatal logramos mejores precios, pero con las formas no estatales de gestión (mipymes, trabajo por cuenta propia), es un precio de mutuo acuerdo y lo pone su proveedor".
En las redes sociales también se manifiestan muchos criterios enfocados sobre todo al alza excesiva de los precios. Una usuaria, desde Manatí, comparte su preocupación, pues las unidades de Comercio expenden frazadas de limpiar por encima de los 250.00 pesos, las mismas que en términos normales no exceden los 15.00.
"Las colchas, por ejemplo, nosotros las compramos a diferentes proveedores, el precio más barato es cuando se las compramos a la Empresa Mayorista Universal, que es el proveedor estatal socialista, este nos da un precio mucho más barato y oscila entre 15.00, 20.00 y 25.00 pesos. Vale resaltar que muchas veces el proveedor estatal no está surtido con los productos que necesitamos, y la existencia de las mipymes les ha permitido a ellas importar un grupo de recursos que hoy el Estado no tiene en sus manos", explica el director del GEC.
Al respecto, Roxana Fuentes, jefa del Departamento de Formación de Precios en la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, refiere: "Hace unos meses se adquirieron colchas de limpiar piso a una mipyme en Villa Clara, el imperativo era abastecer al Hospital Pediátrico de la provincia con estos insumos. Las colchas estaban muy costosas y por mucho que solo se vendieron a la entidad con un margen comercial mínimo, quedaron muy por encima de lo razonable".
La especialista alerta que "el Decreto 3 descentraliza las facultades de las UEB, las cuales han sido creadas por la Empresa de Comercio. Para definir los nuevos precios se pueden tomar como referente tanto los del mercado informal como del estatal; también se analiza la calidad, siempre teniendo en cuenta que la mercancía cuente con los requisitos que exige el cliente.
"Otro de los factores influyentes en este sentido es el límite de utilidad, el cual establece que se deben determinar los precios de manera tal que se obtenga una utilidad razonable. Por ese motivo, existen hoy entidades del Comercio y la Gastronomía con diferentes límites, que van desde el ocho hasta el 25 por ciento, porque no existe documento hasta el momento que fije una utilidad específica", expresa Roxana.
Yurisleidis Vázquez Urrutia, directora de la UEB Cubana del Pan en Las Tunas, comenta que en este entramado, a raíz del perfeccionamiento, las panaderías también ampliaron el objeto social, cuestión que actualmente les ayuda a mantener mejores ingresos en medio de la actual crisis de materias primas.
"Hace un tiempo comenzamos a vender productos listos para la venta que van desde vinagre, vino seco a cualquier otro insumo que podamos comprar -pondera la directiva. Le ponemos un margen comercial que en un inicio fue del 15 por ciento y ahora solo del ocho. La mayoría de las cosas se las compramos a las mipymes o las cooperativas de créditos y servicios, y por eso podemos pagar utilidades. El plan no se cumple a través de la harina, sin embargo, en los últimos meses del año se logró lo previsto gracias a estas alternativas".
NUEVAS FORMAS DE GESTIÓN, OTROS PROVEEDORES
Con el rostro medio escondido y la negativa del nombre, el dependiente de uno de los pequeños negocios de esta ciudad, con una posición bastante privilegiada en el entorno citadino, confiesa que aunque tiene entre sus actividades elaborar alimentos, no ha podido materializar ese empeño por falta de harina, aceite y otras materias primas.
"Yo tengo que pagar una patente mensual, así que al menos debo garantizar la venta de cigarro, cerveza, refresco, pocas confituras. Yo le compro a una mipyme y le pongo por encima igual que todo el mundo, antes vendía más, pero ahora hasta las bodegas venden cerveza y la competencia es grande", puntualiza.
El Éxito es una tienda que ha cobrado muchísima notoriedad, pues muchos restaurantes, cafeterías y empresas se abastecen allí cuando el aceite escasea, por ejemplo, y también media ciudad desfila por ella en busca de un pomito, cuyo costo, aunque muy elevado, está por debajo del mercado informal.
Rosa Sierra Venzant, económica de la mipyme, comentó a 26 que las mercancías llegan al país a través de importaciones que arriban en mayor medida por el puerto del Mariel. "Hace dos meses que prestamos servicios y hemos tenido muy buena acogida -menciona la económica. Ya acopiamos más de 70 contratos y seguimos recibiendo interesados.
"Esta tienda solo funciona como mayorista, aunque el objeto social de la mipyme es más amplio. En el reparto Buena Vista contamos con una sucursal en la que pueden adquirir lo mismo. Nos hemos convertido en abastecedores de muchos restaurantes y bares, pues les ofrecemos los productos más demandados por ellos y a los precios más bajos. Tenemos cervezas desde los 140.00 hasta los 230.00 pesos, y las de mayor costo son las embotelladas, el resto están a 150.00. Los refrescos cuestan 150.00, los jugos de un litro 400.00 y las confituras entre los 40.00 y los 80.00 pesos".
Varios de los locales que hoy exhiben, precisamente estas mercancías, son aquellos que deberían postularse por alcanzar la autogestión. Sammy Núñez Cruz, subdirector económico y director en funciones de la Empresa Provincial de Servicios Personales Técnicos del Hogar y Aseguramiento al Comercio, puntualiza que los quioscos y establecimientos con los que tienen contratos son autogestionados por las personas a cargo, y estas localizan el tipo de mercancía que les brinda mayor margen comercial y cuenta con mejor aceptación por sus clientes. Expuso que la empresa no controla si los arrendatarios se encargan de comprar mercancías y revenderlas, porque eso no está dentro de las prioridades que definen su contrato.
¿QUIÉN CONTROLA?
Elder Bárcena Santana, director de Finanzas y Precios aquí, habla de la complejidad del panorama actual y enfatiza que la gestión de las mipymes en todo el país inició sujeta a un conjunto de resoluciones, y con el tiempo dichas leyes deben actualizarse para acercarlas más al entramado legal de cada territorio. "La Dirección Provincial está desligada de los costos de los productos no agropecuarios, las facultades para la aprobación de esos precios minoristas quedan en manos de los comités de concertación en cada municipio; su papel en estos momentos solo se limita a revisar los precios mayoristas".
Arkadis Javier Estrada Rodríguez, intendente del municipio de Las Tunas, asegura que mipymes y TCP conforman sus precios, pues hay un grupo de facultades que poseen a partir de que importan recursos, según el objeto social para el que fueron creados. "Los precios de estos nuevos actores económicos se analizan por la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) y la Oficina de Estadística e Información, para fiscalizar a partir de sus ingresos que paguen sus impuestos.
"Los precios de Las Tunas son tan elevados porque algunos productos se han encarecido a partir del propio precio mayorista, y estos elevan los costos. Algunos productos están controlados y topados, y no pueden subir, pero hay otros tantos que no, y estas formas de gestión pueden vender al valor que consideren conveniente.
"Como Gobierno Municipal nos toca, además de controlar la correcta formación de los precios mayoristas y minoristas en todos los sectores, comprobar sus márgenes de utilidad. En el caso de la empresa estatal socialista, debemos exigir que no formen parte de la cadena de intermediarios y no se presten para este tipo de comercio. Las 28 unidades básicas gastronómicas del territorio deben realizan la autogestión a partir de las personas que realmente producen los recursos y los servicios.
¿Es legal que las mipymes compren productos, ya sean importados o no, y los revendan en sus establecimientos?
"Sí, a través de los mecanismos creados para la importación ellos están en todas las facultades de hacerlo, y también pueden comprar productos a los actores económicos tanto estatales como no estatales para la prestación de sus servicios", contestó el intendente.
Tania González Pérez, al frente de la Dirección de Inspección Estatal (DIS) en el municipio cabecera, argumenta que resguardados en el Decreto Ley 45 de la Gaceta Oficial número 104, en su Artículo 3, el territorio combate los precios abusivos y especulativos.
"Está estipulado que el comerciante agregue al producto un margen razonable, pero es interpretativo, pues no hay una manera exacta de verificarlo. El modo que tenemos, ahora mismo, es a través del propio trabajador por cuenta propia; solicitamos la licitud de la mercancía y a partir de ese comprobante de compra sacamos el precio al que se comercializa en Cadeca el USD o MLC que es 124.00 pesos. De ahí sacamos el precio al que se debe comercializar, por nuestra apreciación. Desde el punto de vista legal, si usted tiene un índice de ganancias que duplica lo que usted invirtió, deja de ser razonable y se convierte en especulativo. Por esto nos guiamos.
"Existen grandes lagunas al no poder comprobar, ni determinar en las mipymes cuáles son los precios prudentes, porque esta reflexión queda en manos de los propietarios de esas empresas. Ellos establecen sus precios, según sus consideraciones y no hay ahora mismo un mecanismo con el cual podamos corroborar que los precios a los que comercializan son o no razonables.
"Las mayores violaciones son la licitud de la mercancía que está relacionada con ese mercado subterráneo del que todos conocemos y, por supuesto, quienes venden de manera ilegal y fijan los precios más abusivos. Por ejemplo, el aceite, que es de los más cotizados ahora mismo, teniendo en cuenta que su valor es de 48.00 pesos en la red estatal, sabemos que hoy lo expenden a más de mil, por encima de su valor".
TABLA DE SALVACIÓN… ¿PARA QUIÉN?
Las nuevas resoluciones persiguen dotar al Comercio y la Gastronomía de libertades para crear y buscar alternativas, sin embargo, el único saldo hasta el momento es la naturalización de la reventa, una dispersión muy grande de los precios y el aumento desmedido de los mismos.
Bajo la sombrilla de las nuevas facultades se esconde hoy la falta de gestión, la ineficiencia y el hecho de cargar esta última al precio final de los productos, con el único objetivo de pagar utilidades a toda costa, sin pensar en el objeto social de las entidades ni en ese cliente que, apremiado por la necesidad, le toca pagar a precios que suben cada semana, a pesar de que el salario promedio continúa siendo el mismo.
¿Cómo es posible que una panadería o una cafetería que comercializa en su mayoría productos previamente comprados logre pagar utilidades solo con revender? ¿Quién costea esas utilidades? A pesar de las estrategias y las mejores experiencias -que son la excepción- la autogestión sigue siendo una utopía. Cuando pasamos revista a los mostradores la generalidad se limita a comprar a otro actor, a escasos metros, y colocar el producto en su tablilla con una tajada de ganancia. El tope de la cerveza por encima de 200.00 pesos no es lo que más molesta ahora mismo a los tuneros y sí el pomo de aceite a más de mil, o las confituras de las tiendas de MLC revendidas en las cafeterías particulares con total tranquilidad.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dijo en esta provincia que las mipymes no fueron creadas para revender, sino para crear bienes y servicios. Al respecto, toca aquí mirar más profundo. Aunque tengan libertades para formar sus precios, corresponde a los gobiernos locales y a los cuerpos de inspección acompañar a los emprendimientos por caminos más beneficiosos para todas las partes, evitar el crecimiento de intermediarios y comercializadores en detrimento de los productores, controlar la trazabilidad de los costos y velar por que los márgenes comerciales se establezcan verdaderamente en correspondencia con estos.
Se impone repensar Las Tunas como un escenario donde ambas formas coexistan y vayan de la mano con garantía de mejores opciones para el pueblo, porque cada error nos aleja no solo de la prosperidad, sino además de la confianza de nuestra gente.