proyecto ires

Las Tunas.- La transformación de las realidades en los campos, el mejoramiento en las condiciones de vida y trabajo de los hombres y mujeres rurales, la protección del medio ambiente en consonancia con las labores agrícolas desde un carácter resiliente en los ecosistemas del sur de Las Tunas, son centro de debate por estos días en el Taller de Comunicación y Gestión del Conocimiento para esta provincia, una de las tres protagonistas a nivel nacional, del proyecto IRES.

Desde la resiliencia climática de los hogares y las comunidades rurales con características de vulnerabilidad, la cita es escenario para el debate, la presentación de experiencias desde los casos beneficiados en los municipios de Amancio, Jobabo y Colombia, y la búsqueda de estrategias que permitan visibilizar las diversas historias que marcan lo cotidiano de los campesinos y productores a partir de nuevas prácticas.

Yoandry Ávila Igarza, coordinador de la Unidad Provincial, detalló en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que IRES ya tiene un total de 26 bases productivas que aglutinan en su interior más de 700 fincas en transformación con seis módulos para el desarrollo de sistemas agroforestales; con características específicas desde una mirada ambientalista que trabaja sobre la recuperación de áreas dañadas por el uso excesivo de sustancias químicas o por el incremento del marabú.

El cónclave también sirve de espacio para la capacitación de los beneficiarios por medio de una implementación eficaz de los equipamientos y técnicas puestos a su disposición, que modifican la manera de hacer y pensar la agricultura desde una mirada ecológica y de inclusión de los más versátiles espacios.

La habilitación de nuevas gestiones y una Unidad Básica Integral de servicios técnicos desde donde se reciben todos los utensilios para ponerlos a disposición de las bases productivas, nos han permitido tener hasta el momento un total de nueve tractores, varias motosierras y una máquina para el corte de marabú y la preparación de tierras, aseguró Ávila Igarza.

Considerado el primero de su tipo implementado por el Ministerio de la Agricultura, el cuarto por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en América Latina y el Caribe y financiado por el Fondo Verde para el Clima, el Proyecto IRES demanda una visión ambientalista en Las Tunas desde la forestación, la recuperación de los suelos y potencialización del conocimiento agroecológico en los paisajes del sur.

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