Jobabo, Las Tunas.- Después de una pausa demasiado larga para el gusto de los habitantes de este municipio del sur tunero, el motel 30 de Diciembre reabrió sus puertas hace poco, como parte de las obras realizadas aquí en saludo al aniversario 72 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Era un anhelo largamente acariciado por una población que tenía el inmueble como una de sus opciones populares de recreación y hospedaje, y que ahora mismo se pregunta: ¿Podrá el “30” contar definitivamente entre sus elecciones futuras de esparcimiento?
Gilberto Vázquez Palmero, el administrador, asegura que sí, que sacarán adelante esta instalación, vuelta a la vida tras un desembolso de fondos públicos y de desarrollo local, entregados a crédito por más de 21 millones de pesos. Ese esfuerzo inicial permitió el rescate del restaurante y seis habitaciones.
Pasadas las primeras semanas de labor, la afluencia de público, admite Vázquez Palmero, no ha sido mucha. “Es poco a poco”, explica. “Se va trabajando en la parte de alojamiento y en la de los comestibles. Vamos mejorando”, insiste. Tampoco, reconoce, son muchos los 105 mil pesos ingresados en el primer cierre del mes. “Pero, bueno, estamos trabajando y la población está contenta porque se recuperó este centro emblemático de Jobabo”, enfatiza.
De momento, el “30” regresó a la actividad como una unidad de la Empresa de Comercio y Gastronomía de esta demarcación, y para surtirse depende de que se concreten en productos los contratos establecidos con las empresas Mayorista, Cárnica y Láctea. A su favor, destaca su administrador, los precios, comparativamente, son más bajos. Sin embargo, también este aspecto deberá vencer la prueba del tiempo y de definir los costos reales.
Quizás lo más prometedor del inmueble, conviene Vázquez Palmero, sean sus habitaciones, que lucen un confort digno y podrían ser una variante para no desdeñar por estos lares donde no abunda este tipo de servicios. Los 16 mil pesos ingresados allí son una señal alentadora, subraya el directivo, quien además comenta que pretenden continuar mejorando las condiciones de esos recintos con la incorporación de equipos de climatización.
“Planes hay muchos”, declara Noel Téllez Villa, director en funciones de la Empresa de Comercio y Gastronomía en Jobabo. “Nos queda mucho por hacer. Es un colectivo al cual hay que irle dando más conocimientos, ayudándolo con estrategias”, expresa. Y lo ejemplifica con las intenciones de enlazar el motel con proveedores locales, como las pequeñas y medianas empresas privadas, además de las cooperativas agropecuarias y campesinos individuales de la zona, de manera que puedan asegurarse los insumos requeridos por el restaurante y el alojamiento.
Ambos directivos mencionaron otras proyecciones, ambiciosas en realidad, denotativas de una aspiración legítima de crecimiento y prosperidad. Aunque, como ellos mismos aclararon, llegarían sin pasos agigantados, sino sobre la base de lo realmente existente y posible.
De momento, resulta indudable que es una excelente noticia para los jobabenses la resurrección del motel 30 de Diciembre, con el cual todos desearán seguir contando en el futuro.
