Las Tunas.- Un vaso de agua de coco es bienvenido a cualquier hora del día, máxime en los mediodías y las tardes de este agosto, cuando el sol deja caer sus rayos con mucha intensidad. Pero no siempre encontramos ese sabroso y nutritivo líquido. ¿Qué se puede hacer para que esté más a nuestro alcance?
A veces se pueden comprar cocos en algunos puntos de venta, más en el resto de los municipios que en el de Las Tunas. No obstante, su presencia no satisface la demanda, porque -sabido es- ese alimento tiene múltiples nutrientes que favorecen la salud, así como otros beneficios económicos.
En el territorio tunero, la producción de cocos recae fundamentalmente en el sector estatal. Al menos eso dicen las cifras, pues la Empresa Agroforestal (EAF), responsable de la actividad, controla las existencias de su propia entidad, las tres empresas agropecuarias, las unidades básicas de producción cooperativa y las cooperativas de producción agropecuaria.
En un reciente análisis sobre el tema, Osmel Fernández Cruz, director adjunto de la EAF, dijo que hay dificultades en las cooperativas de créditos y servicios, porque sus miembros no están de acuerdo con los precios de compra que establece la industria de Baracoa, en la provincia de Guantánamo.
Precisamente, ese es uno de los destinos de las producciones, junto a Pilón (Granma). Este año, las dos fábricas procesadoras de ese alimento podrían recibir tres mil 85,66 toneladas del fruto cosechadas en los ocho municipios. Hasta el momento se cumplen las entregas.
PROYECCIONES Y POTENCIALIDADES
En Las Tunas, hay 536 hectáreas de cocoteros ya consolidadas, según Fernández Cruz, quien explicó que a esa superficie se sumarán 102 en el actual calendario -están en diferentes etapas de la preparación de la tierra y la producción de posturas-, además de las previstas en la estrategia hasta el año 2030.
"En el país existen dos plantas para la extracción de los aceites esenciales del coco. Con ambas tenemos contratos y se les está entregando la producción; pero aquí en el territorio se pueden desarrollar otras aristas para aprovechar ese valioso recurso".
Muy bien lo sabe Alberto González Hernández, director de la Empresa Integral Agropecuaria, entidad que evalúa los posibles beneficios de convertir al coco en un nuevo renglón exportable o como materia prima para obtener otras importantes producciones.
"Cuba importa carbón activado y la industria de Baracoa es la única instalación de su tipo en el país. Según los expertos, el más efectivo se obtiene a partir del tratamiento industrial de la concha del coco, por lo que en nuestra estrategia se contempla instalar una planta aquí".
"MUCHOS FACTORES PODRÍAN INTERVENIR EN ESAS PRODUCCIONES"
Así reflexionó Manuel Pérez Gallego, miembro del Comité Central y primer secretario en Las Tunas, durante un intercambio de ideas para evaluar cómo aprovechar mejor lo que hoy tenemos y que "se aprecia cuando se viaja por las carreteras o se visitan las fincas de los campesinos.
"La provincia tiene un compromiso con las industrias de Baracoa y Pilón; pero quedan muchas reservas que pueden convertirse en alimentos y productos. Para lograrlo no basta con sembrar -que hay que hacerlo-, sino que se deben organizar el acopio y los destinos.
"En ese empeño es importante incorporar las unidades azucareras y del sector agropecuario, Vascal y la Industria Alimentaria, además de la Universidad de Las Tunas con sus proyectos de desarrollo, porque de esa planta se pueden aprovechar la fibra, la concha, el agua y la masa".
SIEMBRA POCO COSTOSA Y COSECHA GENEROSA
Fernández Cruz dijo que están demostrados los valores de esas producciones no solo para el uso doméstico o industrial en la elaboración de dulces, sino en el procesamiento de las fibras para la fabricación de asientos de carros y colchones y en la extracción de los aceites esenciales para perfumería y cosmética, además del carbón activado.
De ahí la importancia de incrementar su siembra, un proceso habitual para las familias campesinas que generalmente poseen de una a 10 plantas para el consumo de la familia. A gran escala, en fincas y unidades productoras también es posible.
Un cocotero produce anualmente un promedio de 50 frutos y los cocos demoran cerca de un año en su proceso de crecimiento y maduración. Los costos de producción son menos que en otros cultivos de frutas y la utilidad crece en dependencia de la cantidad de plantas por hectárea.
La parte comestible es rica en vitaminas y pobre en proteínas; pero posee un alto contenido de potasio y otros electrolitos, lo que promueve una adecuada presión arterial y contribuye a prevenir enfermedades del corazón. También evita padecimientos de la vesícula y mejora los procesos digestivos, entre otros beneficios para el organismo humano.
