Las Tunas.- Isabel Reyes Parra lleva la tabaquería en los genes, y desde que era una adolescente comenzó a trabajar en la fábrica Enrique Casals, de esta ciudad de Las Tunas, donde ha echado su vida en el arte de torcer tabacos.
"Llegué a este centro por tradición familiar. Todos mis tíos son tabaqueros y mi mamá se jubiló aquí mismo con 49 años de quehacer. Yo creo que mi inclinación por los tabacos la traigo en la sangre”.
Hace 37 años que Isabel llegó a la "Enrique Casals" y desde el mismo primer día se convenció de que es necesario el amor para no solo perdurar en el tiempo, sino para obtener buenos resultados, y por ello es una de las más destacadas de la industria tunera, vanguardia en varias ocasiones. Para ella el secreto es uno solo.
“Para comenzar a hacer tabacos lo primero es que te guste esta faena. En mi caso me encanta lo que hago”.
Dicen los expertos que hacer tabaco es un arte y, por tanto, la cifra de puros producidos por un torcedor no puede ser muy elevada y en el caso de Isabel ronda los 200 en una jornada.
“Son tres vitolas y todas no poseen la misma norma. En mi caso yo hago la crema que es la de mayor calidad y la norma es de 204 unidades. Aunque yo tengo un récord para un día con más de 600 tabacos, pero eso fue cuando era joven, con mucha agilidad y capacidad de trabajo”.
Con certeza Isabel Reyes Parra no tiene idea de cuántos puros ha torcido en 37 años, aunque deben pasar del millón, porque en un mes ronda los cinco mil. Pero de lo que sí está segura esta mujer, es que la tabaquería es parte inseparable de su vida, y todos los días disfruta un oficio que le ha dado múltiples alegrías y, sobre todo, la posibilidad de serle fiel a su familia, tabaquera de raíz.
