Las Tunas.- "En toda la semana no he logrado comprar yogur de soya antes de las 10:00 am para darle el desayuno a mi hijo. De hecho, no entiendo por qué lo traen sin una previa planificación, a veces cuando voy a buscarlo me dicen que no toca ese día, que vaya otro, así es muy difícil garantizarle la alimentación a un niño de 8 años de edad". Asida por la mano fuerte de su infante y entre maromas para no botar el litro de yogur, Aymé, en un punto de venta del reparto Aurora de esta ciudad, comparte con 26 su preocupación sobre el tema.
A pocos metros, Juan Soler expone que con la distribución de la leche a granel de la canasta básica el producto que llega a su casa no tiene la mínima calidad: "Es un agua, periodista, no le miento", alega. A Mercy, vecina del reparto Fernando Betancourt, la invade la curiosidad: "En los últimos tiempos todo el queso y el yogur natural que se encuentra en Las Tunas es por MLC y me pregunto qué consumimos los trabajadores que no podemos permitirnos esos lujos".
Hace mucho tiempo, la mayoría de los tuneros dejamos de disfrutar en las mañanas una sabrosa taza de café con leche y nos conformamos con algún jugo, refresco e, incluso, un buchito de café a secas. Pero la leche y sus derivados son productos de primera necesidad que adquieren una relevancia extraordinaria cuando en el hogar conviven niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, sujetas a tratamientos médicos.
Expectación y mucho disgusto colectivo causó la suspensión del líquido para las dietas médicas en el municipio cabecera y Puerto Padre, medida desesperada que se generó por solo acopiar 16 mil litros de los 26 mil indispensables para satisfacer las demandas de la canasta básica y las instituciones priorizadas.
"Vivimos momentos muy tensos a inicios del año, pero el colectivo se sabe crecer ante las limitaciones y tenemos la convicción de asumir las estrategias necesarias para garantizar que los alimentos lleguen a la mesa de los tuneros", comenta Osmani Atencio Legrá, director técnico productivo de la Empresa de Productos Lácteos.
"En estos momentos comenzamos a recuperar la entrega de leche a la industria y hemos recibido el doble de los meses anteriores -enfatiza el directivo-. En cuestión de un mes, con la primavera, vamos a alcanzar el período de mayor acopio y estamos preparados para lograr lo mismo que obtuvimos en el calendario anterior, una gran variedad de surtidos a partir de los derivados de la producción quesera que ofertarán las redes de la gastronomía".
EL SÍNDROME DE LAS VACAS VACÍAS
"El acopio de leche en suelo tunero está estrechamente relacionado con el proceso de contratación en el que nos encontramos enfrascados desde octubre del 2021 -apunta Alexis Núñez Álvarez, director de su recolección en la entidad-.
"Marchamos aún al 90 por ciento en esa misión, solo hemos logrado contratar alrededor de 24 millones de litros para el presente año, pero podemos garantizar que la faena se realiza cabalmente, no a partir de estimados, sino de las potencialidades reales del territorio y de nuestra masa vacuna con alrededor de 60 mil ejemplares.
"Visitamos directamente a los productores, hemos conocido sus necesidades y lo que más nos golpea es que por la mala alimentación y disponibilidad de agua muchas vacas no están gestando y, por ende, no pueden dar leche. En el período también nos fallaron los aseguramientos para lograr inseminarlas".
El directivo comenta que este año ha sido atípico, pues, por primera vez, la entidad se hizo cargo de la contratación de la leche. De ahí que en ocasiones, a su personal le faltó capacitación, pero aun así logró corregir muchos controles pecuarios que estaban desactualizados y no arrojaban las cifras reales.
"Seguimos laborando de conjunto con la Agricultura y en estrecha relación con las bases productivas, tratando de encontrar soluciones con el objetivo de aumentar la leche para los niños tuneros".
LOS RETOS DE PRIMAVERA
Puertas adentro del Lácteo, las líneas productivas mantienen sus compromisos con el encargo estatal, muy a pesar de las carencias de materias primas. Gracias a la utilización del sustituto lácteo se hicieron nuevas formulaciones, empleando también pasta de soya; y prosigue el plan de dos mil litros diarios de mezcla, que generan alrededor de mil 500 galones de helado.
"Más adelante, en la medida en la que se fomente la entrega de leche, vamos a usarla para el proceso del helado y aumentaremos los volúmenes en dependencia de la disponibilidad de recursos. Queremos que en el verano haya suficiente en la provincia -enfatizó Osmani-.
"Tenemos en activo las miniplantas de Jobabo y Manatí; la de Puerto Padre ha tenido problemas con el gas, pero muy pronto se sumará.
"Nosotros colocamos helado, yogur natural y queso en las tiendas que venden en MLC, porque la industria le paga al campesino 0.15 centavos en la misma moneda por cada litro de leche que sobrecumple y debemos tener solvencia para estimular la producción. Esto no quiere decir en ningún momento que descuidemos el abasto a las redes de la gastronomía.
"Próximamente ofertaremos requesón, pasta untable, incluso, mantequilla producida a partir de la crema de la leche. Cuando acopiamos esta última, y por su nivel de acidez, no es adecuada para la canasta básica, elaboramos quesos; pero lo cierto es que estamos por debajo de las necesidades y las expectativas del pueblo".
ESTRATEGIAS ANTE LA ESCASEZ
Comenta el directivo que varios productos se han visto muy afectados ante el déficit de materias primas importadas. En el caso del queso fundido, por ejemplo, se ha tratado de incorporar maicena y otros sustitutos con el fin de lograr una correcta formulación, pero actualmente no lo elaboran por falta de sal fundente.
"Debido a la escasez adoptamos la medida de bajar de un ocho a un cuatro por ciento el azúcar del yogur de soya. Recordamos a la población que Las Tunas fue seleccionada como una de las cuatro provincias que mantendrán estas producciones para la canasta básica en Cuba, teniendo en cuenta la falta del frijol".
Atencio Legrá puntualizó que la mayor limitante que enfrentan en este momento es la ausencia del polietileno para envasar, cuestión que moviliza otros recursos como tanques y carros especiales. Esta situación atenta contra la calidad de la leche que llega a las familias.
COLECTIVO QUE RESPONDE
Vladimir Góngora, especialista B en Instrumentación y Automática y presidente de la ANIR en la empresa, cuenta a 26 las faenas que se libran en el interior del Lácteo y el gran compromiso del colectivo de encontrar alternativas para sustituir importaciones y mantener vitales las máquinas.
"La fábrica está sobrexplotada y necesita de muchos remiendos, apunta Vladimir. Hace poco tiempo logramos recuperar la máquina de empaque al vacío que se encontraba en desuso y es vital para la producción de queso.
“Te aseguro que siempre estamos inmersos en la inventiva, pues no queda de otra. Nos convoca el sentido de pertenencia y afortunadamente contamos con un gran grupo que sabe trabajar en equipo".
PARA AHORA
A partir del aumento del acopio de leche se proyecta un crecimiento en las producciones de leche saborizada y batidos de soya con pulpa de mango y otros productos que hoy se fabrican en menor escala, como pasta untable, requesón, queso, yogur y helado.
"En estos momentos distribuimos solo dos bolsas de leche al mes por concepto de dieta médica, pero en la medida en que sea posible llegaremos a las cifras antes pactadas", apuntó el director productivo.
A pesar de las carencias se buscan nuevas formulaciones, con el fin de mantener cada línea vital y estable. Se vela también por la calidad final del producto que llega hasta los hogares tuneros y extreman las medidas para alcanzar la inocuidad de los alimentos.
El colectivo de 550 trabajadores labora con sentido de pertenencia ante el reto de obtener mayor variedad de producción mediante el máximo aprovechamiento de los recursos y las materias primas del territorio para seguir garantizando e, incluso, incrementar sus ofertas.