Samuel Martell 8
Las Tunas.- Sus ojos inocentes y soñadores dejan entrever la esencia de aquel niño de 7 años de edad, quien, papel y lápiz en manos, soñaba convertirse en poeta. En su joven palmarés guarda como tesoro la dicha de ser uno de los fundadores del Taller de Repentismo de Puerto Padre, que nació bajo la égida de Miguel Navarro. Con su guía descubre el universo de la décima improvisada y su figura infantil empieza a acompañar los espacios artísticos de ese territorio.

Samuel Alberto Martell Pérez hoy recuerda el 18 de octubre del 2003 con el brillo de una génesis que marcaría su destino. Aunque también le había atrapado la poesía escrita y ya con 10 años su obra Caracolito formaba parte del libro Vuelos de Colibrí, como resultado de una mención en el Encuentro de Debate Nacional de Talleres Literarios.
Hoy nos acercamos al quehacer de este rapsoda, intérprete de música campesina y cubana, en general, que se ha convertido en una voz recurrente en el escenario cultural de la Villa Azul.
"... Caracol, caracolillo, / si tú pudieras hablar,/ me contarías secretos/ sobre tu hermoso cantar...".
"Desde pequeño sentí gran atracción por las artes, especialmente por la literatura. Empecé a escribir y participar en eventos de la manifestación. Por ese camino exploré varios géneros y tuve la dicha de obtener algunos lauros. Pero, sin dudas, un paso descollante en mi carrera fue ser fundador del taller de repentismo para infantes y adolescentes Chino Velazqueño, convirtiéndome en el primer niño repentista del territorio, hijo de esa cofradía.Samuel Martell 1
"Los años transcurrieron y la superación se tornó constante en mi existencia. Pasé un curso de conducción y locución radial. También fundé el proyecto Que No Muera el Sol de los Años, dirigido a la tercera edad, con la ayuda de los instructores Elizabeth Fernández y Eudaldo Infante. Asimismo, conduje actividades y, poco a poco, fui fundiendo la literatura y la música. Para entonces ya interpretaba tonadas de mi autoría y me concentro verdaderamente en la defensa del género campesino".
Samuel Martell 7Samuel ha formado parte de los grupos Son de mi tierra y Son del puerto, y de dúos como Enarmonía, que aún se mantiene con el músico acompañante Luis Yordan Pérez. Ha participado en actividades organizadas en su tierra por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Asociación Hermanos Saíz, el Sistema de Casas de Cultura y otras instituciones.
Igualmente se ha insertado en programas de Radio y Televisión. En ese sentido una de sus experiencias más gratificantes es desempeñarse de conductor del espacio audiovisual Jovenarte, del Canal Azul, gracias al cual difunde el quehacer de muchachos y muchachas que como él defienden nuestras tradiciones. Además, se presenta en la Casa del Joven Creador de su municipio como parte de la peña 3x2, que protagoniza junto a Sabina Pacheco y Sandra Fernández.
                        ENTRE GALLOS Y BOHÍOS, MI VOCACIÓN
"Ha sido una vocación de toda la vida. Provengo de una familia muy humilde. Mis bisabuelos y abuelos eran campesinos. Ellos vivieron bajo la cobija de un bohío. Mi abuelo, por ejemplo, formaba parte de una brigada de macheteros y asistía al corte de caña durante la zafra. Todo eso, y el haber crecido escuchando canciones de Celina González, Radeúnda Lima, Ramón Veloz y Martica Morejón, incidió en mi amor por lo criollo.
"Considero que debemos fortalecer el género, aún más cuando se declaró el punto cubano Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Soy de los que insisten en que no debemos olvidar de dónde venimos".
Samuel ha obtenido varios reconocimientos como instructor de arte. Hoy la semilla plantada en él por Miguel Navarro encuentra terreno firme en nuevos talentos. Y todo ello gracias a una palabra que marca su camino: responsabilidad. "Con eso basta para seguir forjando futuras generaciones que amen la tradición", señaló.
Sensible, afable, agradecido..., así suele recorrer las sendas profesionales. "Nunca dejamos de crecer; hay que saber escuchar y aprender de todos. La humildad es la cualidad más grande de un artista", acotó.
1 Samuel Martell 14A sus 29 años se encuentra inmerso en la promoción de un disco, que quiere presentar como proyecto ante el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi). El fonograma cuenta con 11 temas, entre los que figuran La casa de yagua, Tumba la caña y El reto. El maestro del pentagrama Amado Puig Suárez apoyó la realización de este sueño e, incluso, Radio Rebelde ha divulgado la composición Pedacito de mi vida.
Paralelamente, uno de los espacios que más gratificación le despierta es la página que creó en Facebook, hace alrededor de dos años, bajo el nombre Raíces Campesinas Puerto Padre. "Hoy cuenta con más de mil 400 seguidores y cada día se incrementa el número, pues a las personas les llama la atención ver a un joven defender con tanto ahínco el universo tradicional campesino. No solo hay cubanos, sino también de países como Puerto Rico y Estados Unidos. Así la música campesina traspasa fronteras; es una especie de lenguaje universal del alma", expresó.
Es que para Martell, una tonada, una décima o una canción dignamente guajira, son como aldabones en el corazón. Con esa euforia criollísima, camina regalando su arte por doquier, lo mismo en un poblado rural que en un Hogar Materno, una Casa de Niños sin Amparo Familiar o en la gira por el aniversario 60 del programa televisivo Palmas y Cañas.
Participar por primera vez el año pasado en el Concurso Nacional de Repentismo Justo Vega le sirvió de aliciente para seguir avivando la inspiración e imbricarse con "la familia de poetas", como lo llama.
"Agradezco a Dios por cada éxito. No puedo escoger entre la música y la literatura, pues son mis dos grandes pasiones, pero con ambas trato de llevar un mensaje de resiliencia que les sirva a todos. Mi mayor proyecto es seguir defendiendo la tradición y, a los que piensen como yo, solo les puedo sugerir una cosa: crean en los sueños, no se distraigan, crezcan".

 

 

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