Foto 2 Zulema centro de alevinaje

Las Tunas.- Casi dos décadas atrás Zulema Arévalo Alonso, directora de la Estación de Cultivos de Especies Acuícolas Manatí (Alevitun), no pensó que a estas alturas del 2023 todavía estaría envuelta en esas labores. Graduada de Ingeniería Termoenergética quedó enamorada de su trabajo en un sitio para nada afín a sus estudios universitarios.

"Desde el 2016 soy la directora de esta instalación y desde esa fecha hemos cumplido, cada año, los planes de producción. Pese a las situaciones adversas, así ha sido e, incluso, en el 2022 fuimos de los primeros en el país en alcanzar y superar el número comprometido", expresa con evidente satisfacción porque sabe cuánto esfuerzo demanda la cría de alevines y llegar a la cifra de 3,5 millones.

"Este año luchamos para mantener la Condición de Vanguardia en la provincia y estar entre los mejores en Cuba", dice quien reconoce que, en este ámbito, es una eterna aprendiz.

Bajo su liderazgo, Zulema tiene 28 trabajadores y son tres tuneras las que ofician de técnicas y le asisten en la retadora labor de dirección, allí, en las áreas de diaria "pelea". Dice que sus coterráneas son excelentes para esta actividad, pues se trata de un "trabajo fino y de detalles", que también sus pares masculinos desempeñan, pero que, en honor a la verdad, se les da muy bien a las mujeres.

"En la Estación de Alevinaje cultivamos especies acuícolas, a veces las personas piensan que ir a una presa y encontrar peces de agua dulce es algo que fluye de manera natural y no es así, porque nosotros sembramos las presas justamente para después capturar y obtener buenos volúmenes.

"Compramos la larva que apenas tiene dos gramos, ¡imagínate es como si fuese de un mosquito! y luego la echamos en los tanques, los que debemos fertilizar para lograr un crecimiento. A partir de los 30 o 40 días, estos animalitos están listos para ser sembrados en las presas; esto último si alcanzaron un peso que les haga menos vulnerables a los depredadores.

"Además, practicamos la ceba de especies como la tilapia y la claria que son cultivos intensivos. Es un trabajo muy bonito y cautivador, que te va atrapando y que tiene que gustarte porque es diario, en el agua, expuestos al sol, al viento y la lluvia… Hay que velar por los estanques, que no tengan lino, regular la hierba…hay que hacer muestreos cada 10 días; difícil y bello porque aprecias el resultado de tu trabajo, el logro. Es grande la satisfacción cuando, además, ves que de una larva obtienes un pececito y luego cuando pescas adviertes la dimensión del resultado".

Muy temprano, explica, inicia la jornada para cada uno de los obreros, "es como en el campo, se requiere del horario de la mañana, más tarde es muy fuerte el sol". Dice también que en este oficio todo debe acontecer en el momento preciso, nunca antes o después "la parte técnica no espera, lo de hoy no puedes dejarlo para mañana", sentencia; mientras destaca el orgullo de pertenecer a este sector de pescadores, criadores acuícolas, camaronicultores, langosteros… cubanos de valiosa estirpe en medio de tantas estrecheces.

"Me siento útil, realizada, sorprendida de tantos años de trabajo en una esfera que me era desconocida; contenta con lo que hago, y aquí pienso retirarme", concluye Zulema.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar