Manatí, Las Tunas.- Una respuesta frente a la necesidad de incrementar la producción de alimentos, sin comprometer los recursos naturales, se identifica desde el cultivo del ostión en esta provincia. Catalogada como una de las especies de gran potencial nutritivo, este molusco está entre las prioridades de la estrategia de mar y cultivo perteneciente a la Empresa Pesquera de Las Tunas (Pescatún) a fin de elevar sus rendimientos.
Con muy buenas condiciones para su cultivo en municipios como Manatí y Puerto Padre, estas acciones forman parte de la ejecución en esta provincia del Proyecto Internacional Ecovalor, dirigido a implementar incentivos económicos para lograr la sostenibilidad financiera en el uso y conservación de los ecosistemas.
Un proceso inversionista que prevé el aumento de las producciones de ostión se ejecuta en la zona norte y sur de la provincia, alternativas que duplicarán para los próximos años las 250 toneladas que hoy se planifican en este rubro.
Las construcciones rústicas de estas granjas están conformadas por colgaderas con la misma concha reutilizada, en las cuales las larvas del ostión se adhieren a ellas y no se fija al mangle, de manera que no se ejerza presión sobre el ecosistema manglar.
El máster en Ciencias Adalberto Segura Leyva, director de operaciones de Pescatún y representante de Ecovalor aquí en este sector, informa a 26 que “durante el año 2020 el municipio de Manatí cumplió su plan de captura de 60 toneladas y para el presente calendario, las tres granjas ostrícolas que están en fomento y desarrollo: Manatí Viejo, Los Navarros y Los Ingleses, deben alcanzar cerca de 70”.
Las condiciones ya se crean para ello, “tenemos alrededor de 10 mil colectores puestos en las principales locaciones para adquirir la larva de ostión y pensamos cerrar el año con más de 30 mil colectores. Para ello, Ecovalor ha entregado recursos, como split y balanzas, en el área de la industria, además de equipos de medición y materiales de oficina que apoyan el trabajo de registro de campo en el parque ostrícola”, aseveró.
En la unidad empresarial de base (UEB) Pesca Manatí, representantes de este sector nos actualizan de las siembras en las tres granjas ostrícolas. Las perspectivas son alentadoras "queremos convertirnos en una potencia ostionera a nivel nacional", dijo Hernán Salazar, jefe de Operaciones Pesqueras en la UEB manatiense.
“Expresión práctica de la capacitación se evidencia entre estas mujeres y hombres que hoy aplican conocimientos adquiridos en lecciones anteriores sobre las granjas ostrícolas”, valoró Hernán.
“Con el uso de alternativas locales hacemos el molinado de la concha de ostión para el alimento animal, iniciativa que será apoyada en futuras etapas también por Ecovalor con tecnologías afines, y son estrategias que reducen los impactos negativos de la actividad del hombre en los manglares".
Expertos pertenecientes al Centro de Investigaciones Pesqueras (CIP) realizan en estas zonas de importancia estudios ecológicos y monitoreo, pues la alternativa de construcción de granjas ostioneras para la cosecha evita la pesca directa en los mangles. Investigaciones que también responden al programa sectorial de la Pesca, en cuanto a la evaluación y caracterización de ecosistemas acuáticos de importancia para los recursos pesqueros y la acuicultura.
“El mangle es identificado como un renglón de prioridad frente al creciente cambio climático y por ello, en conjunto con el Centro Nacional de Áreas Protegidas, rector de Ecovalor, accedimos a implementar acciones para la protección de estos ecosistemas. La cosecha de ostión a través de las granjas es un ejemplo de estas”, enunció Adalberto Segura.
“Nosotros como Pesca hemos transformado las maneras de hacer para beneficiarnos sin afectar el recurso natural y que este nos siga tributando bienes y servicios. El futuro de estos manglares es convertirse en la guardería de la biodiversidad costera”, concluyó.
A partir de haberse identificado el mangle como un renglón fundamental ante el cambio climático, la empresa Pesquera de las Tunas, de conjunto con el Citma y otras entidades, se dieron la tarea de implementar alternativas a esta práctica a través del Proyecto Ecovalor para elevar la producción de este alimento marino sin comprometer los recursos naturales. Escúchelo aquí.