Las Tunas.- Durante la campaña de frío (septiembre-febrero) en Las Tunas se sembraron unas siete hectáreas (ha) de papas en condiciones ecológicas, cifras que evidencian un crecimiento en relación con igual período del año anterior.
Los tubérculos fueron plantados en los municipios de Puerto Padre y Jesús Menéndez, en el norte de la provincia, donde se cosecharán durante el actual mes, con un estimado de productividad próximo a las 10 toneladas (t) por ha.
Luis Oro Torres, jefe del Departamento de Cultivos Varios en la Delegación Provincial del Ministerio de la Agricultura (Minag), dijo en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que, aunque en un principio el plan fue de ocho ha, las condiciones de las semillas provenientes de la región occidental no fueron óptimas y hubo atrasos también en la preparación de tierras.
Las semanas de espera para la siembra, ya con las materias primas en suelo tunero, conllevaron a la pérdida de importantes volúmenes por las lluvias; sin embargo, los cuatro productores encargados de su plantación hicieron un trabajo admirable, agregó Oro Torres.
En oriente, aseguró el especialista, las condiciones climáticas son menos propicias para estas prácticas ecológicas por las altas temperaturas, sobre todo debido al ataque de plagas como el hongo Alternaria solani, conocido también como tizón temprano.
Aunque las cosechas estarán destinadas a la comercialización en las propias comunidades de los territorios donde se ubican, también una parte de ellas se facilitarán a entidades con impacto directo a la sociedad, a través de escuelas y hospitales.
Hasta el año 2005, en Las Tunas se cultivó la papa de manera extensiva en los ocho municipios, e históricos fueron los resultados de la provincia en 1995, cuando se le reconoció como insignia en estas plantaciones con rendimientos superiores a las 15 t por cada ha.
En los últimos calendarios, y como un intento de rescate a una producción con gran demanda en la mesa de los tuneros, la provincia busca alternativas económicas y eficientes para incrementar los niveles de siembra, así como mejorar la calidad y productividad en próximas campañas y, por ende, la rentabilidad del cultivo. (ACN)
