Las Tunas.- El desarrollo apícola en la provincia de Las Tunas ha enfrentado dos eventos naturales muy extremos, que han puesto a prueba la calidad humana de los productores y el acompañamiento de la unidad empresarial de base (UEB) local para minimizar las pérdidas.
Así lo explicó a la prensa el director de la entidad, Luis Manuel Peralta Agüero, quien mencionó la intensa sequía que afectó al territorio desde el mes de noviembre del 2022 hasta abril del actual calendario, lo que imposibilitó cumplir el plan de producción.
Acotó que las prolongadas precipitaciones de los últimos días serán un beneficio a largo plazo, por su impacto en la mayoría de las plantas melíferas. Pero, se reportaron diversas afectaciones en 311 colmenas, 146 de ellas ubicadas en los municipios de la zona sur.
Puntualizó Peralta Agüero que ya se visitaron los productores con mayores daños y se hizo un diagnóstico de sus necesidades más urgentes para recuperar los acostumbrados resultados productivos. Incluso, destacó que en "Amancio" se entregaron recursos muy útiles.
Además, dijo que los especialistas de la UEB y los 144 apicultores se preparan para llegar en mejores condiciones al último trimestre del año, pues tradicionalmente en ese período se acopia el 57 por ciento de la producción de miel de abejas.
De manera general, las expectativas coinciden en el posible cumplimiento del plan, que en esta oportunidad se sustenta en 11 mil 500 colmenas y asciende a 521,6 toneladas del importante renglón, así como de cera y propóleo y, en menor medida, polen y jalea real.
Para el año 2030, en Las Tunas se prevé acopiar 750 toneladas y esa meta implica crecer en la cantidad de productores y colmenas, establecer nuevos criaderos de abejas reina y consolidar el programa de mejoramiento genético para tener individuos más tolerantes a las enfermedades y con rendimientos superiores.
